Este dato es resultado de un informe preliminar realizado por las áreas municipales de Obras, Servicios y Limpieza y Seguridad Ciudadana, así como en los daños cuantificados en la oficina de atención al ciudadano, puesta en marcha para atender a los vecinos que hubieran sufrido daños como consecuencia de la tormenta la pasada semana.
Los gastos generales a consecuencia de la riada engloban, por un lado, los resultantes de una primera fase de limpieza y adecentamiento de calles y accesos al pueblo (15.000 euros), y por otro, los daños sufridos en las infraestructuras: 122.000 euros en caminos agrícolas, 72.000 en las redes de saneamiento, sobre todo en las calles Morón de la Frontera, Maternidad y Villamartín, y 10.000 más por los particulares en sus viviendas, solares y garajes. Una vez efectuadas las labores de limpieza y evaluados los daños ya se trabaja en la mejora de las infraestructuras, según precisaron ayer fuentes municipales en un comunicado.
En este sentido, el alcalde, Francisco Salazar Rodríguez (PSOE), destacó la respuesta rápida y directa que desde un primer momento ofrecieron a Montellano tanto la Diputación de Sevilla como la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno. También agradeció especialmente la llamada de apoyo del presidente de Andalucía, Manuel Chaves, que se produjo en la mañana del día 26.
Con estas primeras actuaciones de choque este municipio de 7.000 habitantes localizado en la Sierra Sur empieza a ver la luz después de que la tromba de agua descargara 47 litros por metro cuadrado. Todavía estaba reciente la riada caída semanas antes en Alcalá de Guadaíra, también de manera inesperada, y que se cobró la vida de dos personas.
Un conocido agricultor de Montellano es la tercera víctima mortal de las lluvias en la provincia de Sevilla en lo que va de otoño. El hombre, de 55 años, se vio sorprendido por la riada cuando se encontraba en la sierra de San Pablo, donde trabajaba como tractorista en la finca Galindo. Pese a que ocurrió por la tarde, el cuerpo de la víctima no fue localizado hasta la madrugada del día siguiente y su rescate fue complicado por hallarse en un paraje recóndito y abrupto.
Los vecinos vivieron conmocionados la tragedia provocada por esta fuerte tormenta que produjo acumulaciones de barros e inundaciones en varios puntos del núcleo urbano. También causó un socavón y el levantamiento de asfalto en las inmediaciones del centro de salud, además de atascos en calles.
Los servicios de emergencias recibieron más de 100 llamadas a consecuencia de las fuertes lluvias, por las que el pasado viernes se contabilizaron daños en más de una decena de viviendas. Un total de 44 efectivos participaron en las tareas de limpieza y reparaciones del pueblo, donde todavía quedan algunos problemas por resolver.
