La lluvia y el tráfico fluido nunca han ido de la mano en el área metropolitana de Sevilla. Pero si a la primera gran tormenta del otoño se suman los fuertes vientos y que era lunes, día habitual de atascos por la vuelta al trabajo, las carreteras de acceso a la ciudad se convierten en una ratonera difícil de superar por los conductores. En apenas dos horas, el servicio de emergencias 112 recogió más de 50 incidencias, que causaron colas kilométricas, sobre todo en la ronda SE-30 y la autopista Sevilla-Huelva (A-49).
El epicentro de las incidencias generadas por esta tormenta, que empezó a las 9.00 horas de ayer, se registró en la capital. El Ayuntamiento de Sevilla detectó 64 incidencias en cuatro horas, la mayoría provocadas por la fuerza del viento que hizo caer ramas y árboles en las vías. Hasta 13 árboles sucumbieron a las rachas de viento en calles Marqués de Paradas, Clara de Jesús Montero, Oliva, Santa María de la Guía, Binefar, Torregrosa, Portobelo, Barzola, Divino Redentor, Estrella Canopus, progreso, Padre Jerónimo de Córdoba y San Jerónimo. Asimismo, se produjeron otras 20 incidencias por caída de ramas y 11 casos más de otros elementos. Asimismo, el Consistorio recibió nueve avisos por anegaciones, seis por atasco de imbornales y otros cinco por avería de semáforos en Resolana, Carlos II, ronda del Tamarguillo, carretera Carmona y la calle San Martín de Porres.
El servicio de emergencias 112 precisó que las rachas de viento se llevaron por delante desde árboles hasta vallas, carteles y mobiliario urbano, sobre todo en el casco histórico -en calle como Tetuán, Feria, Campana y Torneo-, donde se vio hasta la caída de señales de tráfico. Idéntica situación se vivió en el barrio de Nervión, El Porvenir o Bellavista, así como en avenidas importantes como Manuel Siurot o La Palmera.
El cúmulo de incidencias contribuyó al tapón que se originó en los accesos a la capital. La SE-30 fue la principal afectada por las lluvias, sobre todo en la hora de llegada al trabajo. El Centro de Gestión del Tráfico de Sevilla detectó hasta un máximo de 10 kilómetros de retenciones en dirección Huelva, es decir, desde el nudo de la Gota de Leche hasta el Puente del V Centenario, en el que los atascos sí son habituales. Además, hubo hasta siete kilómetros desde la salida de Camas -en el nudo de la A-49- y el puente del Alamillo, que Tráfico asoció a incidencias en la capital.
Ese último tapón en la SE-30 ayudó, en parte, a que la circulación se complicará más de lo habitual en el Aljarafe. La autopista Sevilla-Huelva sufrió hasta seis kilómetros de retenciones de los vehículos que querían entrar a la capital. La DGT también contabilizó dos kilómetros de retenciones en la autovía de Coria del Río (A-8058), que afectaron también al tráfico en la que va desde la citada vía hasta el entorno de Ciudad Expo, en Mairena del Aljarafe, donde la hilera de coches ocupó casi todo el tramo de vía.
La autovía de Utrera (A-376) también sufrió dos kilómetros de retenciones de entrada a Sevilla, uno menos que la autovía Sevilla-Málaga (A-92). Además, esta última vía también sufrió problemas de circulación para salir de la ciudad, aunque no fue consecuencia de la tromba de agua sino de un accidente en el kilómetro 4,2 que desencadenó otros dos kilómetros de retenciones.
En todo caso, la lluvia no sólo fue un problema en la capital. Las fuertes precipitaciones de la mañana de ayer ocasionaron varias anegaciones en calles y garajes de Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra principalmente. También informaron al 112 de balsas de agua y anegaciones de manera puntual en Los Palacios y Villafranca, Las Cabezas de San Juan, Carrión de los Céspedes o Fuentes de Andalucía, entre otros, que "se solventaron rápidamente". De igual forma, recibieron varias llamadas de vecinos preocupados por el fuerte viento en zonas del área metropolitana como Tomares, San Juan de Aznalfarache, Valencina de la Concepción, Alcalá de Guadaíra y Alcalá del Río.
Pese a que apenas ha llovido en estos últimos meses, la de ayer no ha sido la última tromba que ha ocasionado el colapso en la capital y su corona. A principios de septiembre, una tormenta de en torno a una hora, peor coincidiendo con al salida del trabajo -era viernes- ocasionó retenciones kilométricas en la SE-30, con un escollo principal en la ronda urbana norte y concretamente en la esquina junto al Polígono Calonge, donde se formó una enorme balsa por la caída de un árbol que taponó el alcantarillado.