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La lluvia desborda un río en Jaén y obliga a desalojar a 16 familias

Un total de 16 familias de Jaén tuvieron que abandonar sus casas de madrugada al desbordarse el río Eliche, como consecuencia de una fuerte tromba de agua que dejó 61,8 litros por metro cuadrado en una hora en la capital. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 04:32 h.

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Un total de 16 familias de Jaén tuvieron que abandonar sus casas de madrugada al desbordarse el río Eliche, como consecuencia de una fuerte tromba de agua que dejó 61,8 litros por metro cuadrado en una hora en la capital. Las precipitaciones también provocaron daños materiales en garajes y sótanos del Poniente almeriense.

Las viviendas afectadas en Jaén corresponden a urbanizaciones situadas en los alrededores de los puentes Nuevo, Tablas, Jontoya y Puente Sierra, aunque también se produjeron inundaciones menores en municipios de la provincia como Los Villares, Fuensanta de Martos, Mancha Real, Linares y Albanchez de Mágina.

En Jaén se reunieron representantes del Ayuntamiento, la Diputación provincial, la Junta y la Delegación del Gobierno central, con el fin de evaluar la situación y coordinar los trabajos sobre el terreno afectado.

La alcaldesa de la ciudad, Carmen Peñalver, explicó que el río se desbordó sobre la una de la madrugada como consecuencia de una "enorme tromba de agua" y que fue la zona del Puente de la Sierra la que se llevó la peor parte. Catorce de las 16 familias desalojadas residían allí y las otras dos cerca del Puente Jontoya. La mayoría se trasladaron a residencias de familiares y amgos, si bien tres de ellas se alojaron en un hotel.

Peñalver se mostró "muy satisfecha" de la "perfecta actuación" del dispositivo puesto en marcha, formado por Policía Local, Bomberos, Guardia Civil, los servicios de carreteras de la Junta y la Diputación y el personal de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y de la empresa concesionaria del servicio municipal de limpieza FCC.

Asimismo, señaló que el operativo continúa en las zonas afectadas, y se mantendrá durante toda la semana "en previsión de que pueda volver algo que, como en el día de ayer, no había indicios de que pudiera pasar". Dos personas dependientes de la CHG "permanecerán vigilantes continuamente sobre el nivel del río".

Tanto la alcaldesa como el vicepresidente primero de la Junta, Gaspar Zarrías, destacaron que no existían alertas previas de lluvias tan fuertes y se esperaban un máximo de 12 litros por metro cuadrado.

La alcaldesa declaró que esta situación "seguramente no se hubiera producido si desde que en 1996 ocurrieron las primeras inundaciones el Ayuntamiento (entonces del PP) hubiera tomado cartas en el asunto". "Desde ese año, no se hizo nada, pero afortunadamente desde hace casi un año hay una fuerte colaboración del Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento y ya están hechas las notificaciones, el proyecto de la presa de laminación del río ya está terminado y está pendiente del estudio medioambiental", resaltó.

En este sentido, Zarrías señaló que "no es momento de hacer reproches, si bien la alcaldesa ha dejado claro los tiempos" y afirmó que la obra es "compleja y cara", aunque confió en que se cumplan los plazos y pueda comenzarse, como estaba previsto, a principios de 2009. Explicó que el hecho de que la CHG hubiera limpiado los ojos y las márgentes del río contribuyó a aminorar los efectos del desbordamiento pues, de lo contrario, "la inundación hubiera sido mucho mayor". La próxima semana, cuando los lodos lo permitan, se volverán a limpiar.

Las lluvias registradas durante la madrugada también provocaron inundaciones en garajes y sótanos del Poniente almeriense, donde cayeron 96 litros por metro cuadrado entre las doce de la noche y las diez de la mañana.

Las localidades más afectadas fueron El Ejido, especialmente la urbanización de Almerimar, donde varios coches bloqueados impedían el acceso y salida. Una vivienda situada en un camino entre Berja y Balerma se anegó, sin causar daños personales, y también se registraron daños materiales en Roquetas de Mar y en la capital almeriense. El barro y el agua provocaron problemas de circulación en varias carreteras como la N-340 a su paso por Balanegra y Adra, la comarcal 5300 y la propia Autovía del Mediterráneo.

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