Deportes

La lluvia no aguó el sueño de la roja y sus leales hinchas

Las aficiones de Rusia y España, las dos selecciones que disputaron la segunda semifinal de la Eurocopa de fútbol, se remojaron durante las horas previas al encuentro en Viena, donde, como ya va siendo habitual en las últimas jornadas, cayó una monumental tromba de agua. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 07:01 h.

Las aficiones de Rusia y España, las dos selecciones que disputaron la segunda semifinal de la Eurocopa de fútbol, se remojaron durante las horas previas al encuentro en Viena, donde, como ya va siendo habitual en las últimas jornadas, cayó una monumental tromba de agua.

El clima reinante en la capital austríaca durante los últimos días ha sido de bochorno combinado con tormentas torrenciales, como las que cayeron durante la tarde del martes y, en especial, durante las últimas horas de miércoles, cuando en el centro de prensa del Ernst Happel Stadion las fuertes precipitaciones acompañadas de aparato eléctrico provocaron en repetidas ocasiones la pérdida de señal televisiva durante el Alemania-Turquía.

Aunque con menor intensidad, a primera hora de la tarde de ayer, la lluvia provocó que en apenas un segundo se limpiaran las zonas de reunión de los aficionados antes de los partidos, en especial la de la catedral de San Esteban (Stephansdom), así como las zonas peatonales de la Kaerntner Strasse y el Graben.

Sin olvidar la Fan-Meile, la milla del aficionado, que discurre, pegada el Ring, el anillo que rodea el centro de Viena, por el Ayuntamiento, de estilo neogótico, el Parlamento, el Volkstheater y la zona del Palacio Imperial (Hofburg).

El aguacero provocó que numerosos aficionados llegaran literalmente empapados al escenario del partido, donde antes del mismo, y al igual que sucedió el miércoles, en el Alemania-Turquía, ambos capitanes, después de escuchar los himnos nacionales -momentos en los que en la zona de la afición española se encendieron un par de bengalas-, leyeron un manifiesto en contra del racismo.

Por España lo hizo Iker Casillas, mientras que por parte de la selección que dirige Guus Hiddink fue Sergei Semak el que leyó el texto poco antes de arrancar el encuentro, que presidieron los Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, junto al presidente austriaco, Heinz Fischer, y otras autoridades.

¿Hay verano en austria? . El mal tiempo en forma de tormenta y lluvia encapotó ayer los cielos de Viena desde pocas horas de la semifinal entre España y Rusia, que se jugó a las 20.45. El último pronóstico del instituto central de Meteorología y Geodinámica de Viena antes del encuentro es que la lluvia podía estar presente durante toda la tarde-noche de forma intermitente hasta incluso la hora del partido, con rachas de viento de entre 40 y 50 kilómetros por hora.

Al final, de hecho, llovió copiosamente durante todo el envite, aunque la tormenta no fue de tanta fuerza como la que el miércoles azotó la capital austríaca y durante la que se registraron vientos de hasta 108 kilómetros hora y que provocó el pánico en las zonas de aficionados, que fueron desalojadas.

Debido a esas fuertes lluvias, unas 30.000 personas tuvieron que ser evacuadas de la principal zona de aficionados en la capital austríaca en la segunda parte de la primera semifinal de la Eurocopa entre Alemania y Turquía. Además, se cortó la señal de televisión de la UEFA y casi todas las cadenas internacionales, con excepción de la televisión suiza y la qatarí Al Yazira, sufrieron cortes de retransmisión de hasta 18 minutos en la segunda parte del encuentro.

La UEFA informó ayer de que los problemas se debieron a varios cortes de electricidad consecutivos que hicieron necesario reiniciar el sistema en Centro Internacional de Radiodifusión, situado en las cercanías del estadio Ernst Happel.

Por otra parte, las autoridades vienesas anunciaron ayer que esperaban unos 100.000 aficionados en el centro de la ciudad, de los cuales unos 25.000 eran rusos y españoles. En total hubo unos 1.800 policías patrullando por las zonas más emblemáticas de la ciudad, aunque no se registraron incidentes entre los aficionados de los equipos. Nueve agentes rusos y españoles apoyaron a los policías locales y sirvieron como personas de contacto con sus respectivas aficiones.

  • 1