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La lluvia y la bajada del termómetro marcarán los primeros días de Feria

La lluvia y la bajada de las temperaturas marcarán el inicio de la Feria y la primera mitad de la semana. Ayer, miles de sevillanos invadieron el Real. Unos adelantaron la fiesta, mientras que otros ultimaban los detalles para que todo esté listo para el pescaíto. (Foto: José M. Cabello)

el 15 sep 2009 / 02:48 h.

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La lluvia y la bajada de las temperaturas marcarán el inicio de la Feria y la primera mitad de la semana. Ayer, miles de sevillanos invadieron el Real. Unos adelantaron la fiesta, mientras que otros ultimaban los detalles para que todo esté listo para el pescaíto.

Calor, mucho calor era el que hacía ayer en el Real, todo el que parece que no hará durante la semana de Feria. Y es que, salvo milagro, la de este año será una Feria pasada por agua, al menos la primera mitad.

La previsión meteorológica anuncia para el lunes un descenso del termómetro de unos seis grados. Pero eso no es todo. La probabilidad de lluvia es del 100%, con lo que los incondicionales del alumbrao, tendrán que refugiarse bajo el paraguas.

Lo peor es que no sólo el inicio de la Feria se deslucirá con la lluvia, tan necesitada como inoportuna, pues, según la Agencia Estatal de Meteorología, hasta el jueves habrá que llevarse el paraguas en el bolso o el impermeable, en el caso de los más previsores.

El frío y el viento nos acompañarán hasta las puertas del fin de semana, ya que el viernes comienza a mejorar. Eso sí, no gozaremos de las temperaturas casi veraniegas de estos días, pues no pasaremos de los 20 grados y las noches se anuncian algo gélidas, con una mínima de nueve grados.

Parece que los sevillanos quisieron ayer anticiparse al mal tiempo para disfrutar de lo que casi parecía un fin de semana de Feria. Sólo faltaban las flamencas y los caballos a las puertas de algunas casetas en las que la fiesta ya ha comenzado para no dar tregua a los cuerpos hasta el próximo domingo.

Tal era el caso de la caseta del PSOE, donde incluso las sevillanas hacían alarde frente a las que aún ultimaban detalles, será que este año tienen mucho que festejar. La barra llena y las jarras de rebujito no paraban de pasar, al igual que ocurría en casi todas las casetas de los distritos, en algunas de las cuales los vecinos y los miembros de las juntas olvidaban por un día las rivalidades para brindar juntos por una buena Feria, como ocurría en la del Casco Antiguo.

En otras, el trabajo mandaba. Sin embargo, eso no era ápice alguno para que los socios de La Peña de los Tremendos supieran disfrutar del día, como si estuvieran en Feria. Mejor aún se las ingeniaban, pues potaje en mano y entre tortilla y tortilla, encontraban un momentito de relax para ir disfrutando de estos días. "Nos queda la decoración interior que terminaremos entre hoy y mañana", decía Chelo, sentada a la mesa con el resto de socios.

En la calle, el vaivén de camiones era constante. Cerveza, Coca-cola, congelados, hielo... Los repartidores se afanaban por entregar las mercancías que se irán consumiendo a lo largo de la semana. "Y así casi todos los días, esto sólo acaba de empezar", decía Juan mientras descargaba las cajas, sin pararse si quiera.

Las flores, los farolillos, hasta la portada sufría ayer los últimos retoques y pruebas de las bombillas para que no fallara en su día grande. Trabajo, mucho trabajo, pero también hay quien no lo tiene y aprovechaba para llenar el Real de carteles, ofreciéndose de guardia de seguridad las 24 horas o para cualquier otro trabajillo, que manos hacen falta y muchas.

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