La junta superior de gobierno del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Los Palacios y Villafranca, que preside José Dorante desde hace 10 años, presentó el domingo pasado su dimisión en pleno. A pocos días del Domingo de Ramos, la Semana Santa se avecina polémica.
La dimisión pone al descubierto en Los Palacios y Villafranca varias paradojas: primero, la de que sus miembros dimitan justo el año en el que la hermandad más popular del municipio, la de la Vera Cruz (con más de 2.800 hermanos), haya decidido pasar por la carrera oficial después de no haberlo hecho desde que ésta nació hace siete años; segundo, que lo haga una semana antes del Domingo de Ramos; y tercero, que la hagan pública justo al terminar el pregón de Semana Santa, pronunciado esta vez por Manuel Barragán.
Todo, sin embargo, parece responder al mismo motivo, expresado por el presidente, José Dorante: "Las hermandades no respaldan al consejo".
Aunque la gota que ha colmado el vaso ha sido una disputa sobre en qué lugar de los itinerarios cofrades han de salirse del cortejo los miembros del consejo, la explosión se veía venir. Según el propio Dorante, "las hermandades no le han echado cuenta nunca al consejo y se creen que éste es una hermandad más". Lo dice alguien que lleva una década al frente de la entidad y otra década más con cargos internos en la misma.
Según el ya ex presidente del consejo, que ha anunciado su decisión mediante carta a todas las hermandades del pueblo, "nunca ha habido un respeto ni un reconocimiento a la entidad", hasta el punto de que ni siquiera ha existido disciplina en el pago de las cuotas de las cofradías (200 euros anuales) y él mismo ha tenido que sufragar con "dinero de mi bolsillo" los gastos generados: sin ir más lejos, los exornos florales y hasta parte de la cena que el domingo se dispensó al pregonero. Y al parecer, no ha sido una excepción.
Según ha contado un desengañado José Dorante a este periódico, el consejo no ha decidido "nada" durante todos estos años porque "las hermandades no lo han reconocido" ni siquiera como interlocutor con el Arzobispado. Además, tampoco han respetado la decisión de no ocupar los lunes con actos con el objetivo de que el consejo pudiera contar con ese día de la semana. En este sentido, cuando Dorante consiguió organizar conferencias y cursos de formación para los cofrades, "me vi solo porque la inmensa mayoría de los hermanos tenía actividades en sus hermandades".
En el colmo de la soledad, Dorante se refirió a la cena con el pregonero del pasado domingo, a la que "fueron ocho cofrades, uno o dos de cada hermandad", cuando otros años han asistido más de medio centenar.
