Los consumidores domésticos pagan un 37% más por la electricidad que la gran industria. Así lo denuncia en su blog el catedrático de Termodinámica de la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla Valeriano Ruiz, que añade que esto sucede a pesar de que el 0,1% (uno de cada mil) de los abonados -el segmento industrial- consume el 42% de la energía eléctrica en España, mientras que el 97% -es decir, los que se benefician de la Tarifa de Último Recurso (TUR) y del bono social, casi la totalidad de los habitantes- dio cuenta sólo del 36%.
"¿Alguien entiende por qué ocurre que los que más consumen paguen menos y los que menos consumen paguemos más?", se pregunta Ruiz en su espacio en internet, en el que relata que las pymes, por su parte, consumen el 22% del total nacional, aunque suponen el 3% de los abonados. Además, siguiendo un informe de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), arguye que los consumidores domésticos, "casi todos los españoles", pagan a razón de casi 14 céntimos de euro el kilovatio hora (kWh), mientras que la gran industria abona un poco más de la mitad, esto es, 8,719 céntimos. Por su lado, las pequeñas y medianas empresas desembolsan 12,146.
Además, el catedrático de Termodinámica denuncia que, a pesar de que en 2009 la reducción en el consumo de energía respecto al año anterior hizo se vendieran 6.000 millones de euros menos en electricidad, la diferencia no se notó en el recibo de los usuarios finales ni en la reducción del déficit tarifario. "En realidad aumentaron los dos indicadores, el precio al que pagamos en el recibo de la electricidad y el déficit de tarifa", recalca Valeriano Ruiz, que con esta tesis intenta desmontar el mito de que las renovables son las que han provocado el alza de los costes de la luz para los usuarios finales.
Por otro lado, con datos recogidos no sólo de la CNE sino también del Ministerio de Industria y Red Eléctrica Española, argumenta que el país tiene una capacidad de generación superior al de sus necesidades, por lo que "no parece lógico que algunos se empeñen en hacer más instalaciones con tecnología extranjera (nuclear por ejemplo) y, en ese sentido, parece más lógico emplear tecnología española (renovables por ejemplo). Las repercusiones sobre el empleo nacional y la competitividad de nuestras empresas son evidentes", dice.
En este sentido, destaca que si se entra en los detalles del sistema (dependencia, cambio climático, I+D+I o balanza de pagos), se ve que el asunto tiene mucha mayor complejidad, por lo que ciertas "simplezas" como la de Felipe González "haciendo creer a todo el mundo que la electricidad que consumimos en España viene de las centrales nucleares francesas son, además de falsas [...], una estupidez".