Es uno de los signos inequívocos de que ha comenzado la Cuaresma en Sevilla. Desde primeras horas de la mañana, la Virgen de la Esperanza Macarena se presenta a los fieles vestida de hebrea, la habitual indumentaria de este tiempo litúrgico. Los sencillos ropajes revelan el cariz de los estos 40 días de reflexión y oración previos a la celebración de la Semana Santa.
En esta ocasión, el ritmo de la Cuaresma se ha acelerado por los preparativos que conlleva la organización del Magno Viacrucis del Año de la Fe del domingo. Muchos templos han amanecido con pasos casi montados, dando una una imagen más propia de las vísperas que de Miércoles de Ceniza. No obstante, decenas de personas han asistido esta mañana a la misa de imposición de ceniza celebrada en la Basílica de la Macarena, donde esperaba la Esperanza de la Cuaresma.
