Cofradías

La Macarena también se despide a la ligera

Las despedidas han sido cortas, la salida más rápida, pero no han faltado los detalles que los rocieros tienen con todas las hermandades por las que visitan.

el 15 may 2013 / 10:53 h.

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Fotogalerías: Salida de Triana, Salida de El Cerro, Saludo de la Macarena al Gran Poder, Camas por el Vado de Quema, Alcalá de Guadaíra, Gines, Huévar y Bormujos.   La Macarena pasa por el Gran Poder antes de abandonar Sevilla. J.M. Espino (Atese) La Macarena pasa por el Gran Poder antes de abandonar Sevilla. J.M. Espino (Atese) Con puntualidad británica, los peregrinos de la hermandad de la Macarena se despidieron ayer de Sevilla. “A las 11 tenemos que estar en la Cuesta del Caracol”, justificaba la carrera el alcalde de carretas, Antonio Cruz, y es que tenían que pasar por delante de la filial trianera por Castilleja. Los cantes, los vítores relajados y los rezos ante las hermandades que visitan en su tránsito por el Centro se redujeron a lo mínimo, aunque las prisas no le restaron intensidad a estos encuentros. Las despedidas fueron cortas; la salida, más rápida, pero no han faltado los detalles que los rocieros tienen con todas las hermandades. Desde la basílica de la Macarena al Buen Fin pasando por la casa del Gran Poder, que abría sus puertas de par en par para que el Simpecado y el Señor de Sevilla se encontraran frente a frente. Perfectamente acicalados, con los trajes de flamenca o de corto, como mandan los cánones, con los rostros frescos y los corazones dispuestos para las emociones del camino, los peregrinos aprovecharon la ocasión para besar el talón del Señor de Sevilla antes de dedicarle un viva a sus “ojos misericordiosos” y a “sus manos gastadas de besos”. Y es que la devoción rociera no está reñida con nada y menos para los peregrinos macarenos que llevan en su carreta de plata una reproducción de la Reina de San Gil, a la que rezan por igual en sus ratos de silencio y oración en los caminos. Pese al madrugón, la ciudad estaba dispuesta a despedir a los rocieros de la muralla y conforme los cohetes anunciaban su llegada, el recorrido se iba llenando de público. En la calle Conde de Barajas, los ancianos del centro gereontológico Gran Poder habían tomado posesión de la acera. El capellán macareno les dedicó a cada uno: “¡Que la Virgen le bendiga!”, mientras uno de los romeros les iba entregando estampas del Simpecado que les seguía. Atrás quedaba la misa de romeros en la parroquia, la petalada a la carreta de plata y la despedida ante la Basílica de la Macarena. Por delante, el encuentro con el Gran Poder, que, pese a ser solo la segunda vez que se produce, reunió a cientos de sevillanos que se unieron al canto de la Salve y respondieron con entusiasmo a los vítores lanzados por el hermano mayor, Antonio Neira. Y hubo para todos los titulares, para la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, para Jesús ante Anás y hasta para la de Roca-Amador. Las corporaciones penitenciales respondieron con ofrendas florales que se colocaron a los pies del Simpecado, en la carreta, que iba adornada con calas, rosas blancas ribeteadas en color rosa, lilium amarillos, margaritas... y uvas, limones y naranjas. Un exorno que deberá aguantar un poco más porque la filial macarena ha decidido hacer una puesta de flores menos para destinar su coste a caridad. De hecho, el único estreno que llevan este año son los 18.000 kilos de alimentos que han recogido y repartido por el barrio. La hermandad tiene que presentarse por primera vez ante la Blanca Paloma el viernes por la tarde. Tras el ensayo del año pasado, ha preferido mantener su salida la mañana del miércoles pese a que les obliga a hacer el camino más rápido y un recorrido menos vistoso por la ciudad. Y Antonio Daza, el carretero, lleva a Voluntario y Rociero a toda prisa por los adoquines del Centro. Sin embargo, el debate entre los hermanos sigue vivo. Para unos el antiguo recorrido por calles más estrechas llegando hasta el convento de las hermanas de la Cruz y saliendo por Alfonso XII para cruzar el Puente de la Expiración “era más bonito, daba pie a disfrutar y cantar más, era otro ritmo”. Para otros, la nueva ruta es mucho más rápida y cómoda, con la ventaja de que a las 9.30 horas ya han dejado atrás la ciudad y pueden adentrarse pronto en los caminos. Y esta nueva ruta propició un encuentro inédito de tres hermandades en Bormujos. En torno a las 13.30 horas se producía un momento histórico y que quedará en la retina de muchos vecinos de la localidad. En la esquina de la calle San Pedro con Pablo Coso Calera se producía un emotivo encuentro de los simpecados de las hermandades de Bormujos, Gines y Macarena. Se trata de la primera vez que las tres corporaciones coinciden en el inicio del camino, algo que han celebrado efusivamente los distintos devotos con numerosas sevillanas y con el rezo conjunto de una Salve. Para completar esta jornada intensa, los chaparrones de la primera hora de la tarde sorprendieron a los 800 peregrinos de la Macarena poco después del sesteo, pero como el de Triana, su hermano mayor, Antonio Neira, le restó importancia: “Nos hemos mojado, pero la tormenta nos ha respetado”. Además, los peregrinos, ataviados con sus capotes verdes, aprovecharon para hacerse las fotos delante de la carreta de plata. Los cuerpos están hecho al calor y al agua, pero como las tormentas son menos habituales todos querían guardar la estampa para el recuerdo. .

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