Las hermandades de la Madrugá han acordado reclamar conjuntamente de las autoridades un mayor incremento de la seguridad alrededor de sus cortejos la próxima Semana Santa. Las seis cofradías que integran la jornada elevarán esta petición al Cecop y a la delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento a través del delegado de día en el Consejo, Vicente García Caviedes, quien ayer, en declaraciones a este periódico, destacó la "sensibilización" de cada una de las corporaciones con este asunto.
En concreto, las cofradías van a solicitar que al menos diez agentes de Policía acompañen a cada uno de los cortejos, especialmente durante las dos o tres horas de la noche en que todas las hermandades se encuentran desplegadas en un área de apenas dos kilómetros cuadrados, "cosa que no ocurre en los restantes días de la Semana de Pasión en los que la diáspora es mucho mayor", apunta Caviedes.
El delegado de la Madrugá en el Consejo considera que "si a cada hermandad la acompañan un número determinado de policías, preferentemente antidisturbios, no habría tantos problemas". "No creo que sea muy difícil planificar una protección adecuada de forma estructurada para todas las personas que se encuentren en ese área, porque tampoco es tan grande", continúa.
Cavides señala que la Madrugá tiene hoy día un "componente de alto riesgo" que no tenían las Madrugás de hace 20 ó 25 años y aduce que mientras durante el resto del año "cualquier manifestación de cualquier colectivo lleva un importante acompañamiento policial, en el caso de las cofradías, manifestación religiosa del pueblo, no ocurre lo mismo". "Si se hace con los partidos de fútbol de alto reisgo, ¿por qué no hacerlos también con las manifestaciones religiosas?", dice.
La seguridad se ha convertido en una obsesión para las hermandades de la Madrugá. El fantasma de las carreritas del año 2000 -aun sin explicación- y los incidentes del año pasado en Reyes Católicos han vuelto a disparar la sensación de vulnerablidad de los cortejos procesionales en la noche más hermosa de Sevilla. Hace unos años el hermano mayor del Gran Poder, Enrique Esquivias, ya encabezó una campaña animando al público sevillano a tomar de nuevo las calles para dar abrigo a los cortejos penitenciales. Esta misma Cuaresma, la Esperanza de Triana realizaba en su boletín un llamamiento similar denunciando que "los actos procesionales son cada vez menos respetados".
Los Gitanos sacrifica su lucimiento. Se invierten las modas y los hábitos. Si hace unos años la tendencia era a alargar innecesiariamente el recorrido para batir plusmarcas de permanencia en la calle, hoy día las cofradías planifican sus itinerarios buscando acortar los horarios y haciendo primar los criterios de seguridad.
Los Gitanos es el último ejemplo. Para evitar que se reproduzcan los tristes incidentes del año pasado, cuando una avalancha obligó a cerrar las puertas del templo en plena salida de la cofradía, la nueva junta de gobierno de la corporación de la Madrugá ha acordado “renunciar a su tradicional recorrido de ida exclusivamente por criterios de seguridad”.
Así, la cofradía suprimirá a la salida el lucimiento que le ofrece su plaza y calles como Verónica, Butrón y Gallos para salir directamente por la calle Valle a Pinto y Escuelas Pías, una medida que se adopta ante la falta de “cobertura policial suficiente”. La cofradía retrasará su salida 15 minutos (se hará a las 3.15 en lugar de a las 3.00 horas) y regresará a su templo media hora antes (a las 13.45 horas). Desde Dueñas variará su recorrido tirando por Doña María Coronel, Peñuelas, plaza de San Román, Matahacas, Gallo y Verónica.
