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La 'magia' de Manzano en el Sevilla contra la 'brujería' del Atlético

‘El mago’ Manzano debuta en el banquillo del Sevilla en la Liga ante el Atlético.

el 02 oct 2010 / 19:13 h.

Gregorio Manzano llegó el lunes al Sevilla dejando claro que no era el Mago de Oz y que no tenía una varita mágica para arreglar los problemas nada más sentarse en el banquillo nervionense. Pero mintió. Manzano sí es el Mago de Oz del conjunto hispalense. No hay otra explicación, por ejemplo, para el resultado que se produjo el pasado jueves en Dortmund ante el Borussia, en el que el conjunto amarillo fue mejor, disfrutó de más ocasiones pero acabó sucumbiendo ante un Sevilla pobre pero efectivo y ganador. Pura magia, puro milagro que permite a los nervionenses mantenerse con vida en la Liga Europa y afrontar con optimismo el campeonato doméstico.

Ahora Gregorio Manzano debuta en el Sánchez Pizjuán ante el Atlético de Madrid. Y haciendo honor a la verdad el conjunto colchonero parte con cierto favoritismo, porque ha comenzado bien la temporada, porque ha mejorado con respecto a la pasada campaña y porque anda en forma. Indudablemente, hace falta algo de magia, hace falta encontrar de nuevo el camino a Oz.

“Sigue el camino de baldosas amarillas”, le decía insistentemente la bruja buena, Glinda, a Dorothy, la niña protagonista del Mago de Oz, “para llegar a Ciudad Esmeralda, allí donde habita el mago”. De momento en Europa sí que el Sevilla ha seguido el camino amarillo, del infierno amarillo de Dortmund, en concreto. Fue un primer paso importante, difícil, pero el camino a casa, el camino a la mejor versión del Sevilla, que se ha perdido en el tornado veraniego, requiere sortear más peligros.

El Atlético de Madrid es una auténtica Bruja mala del Este que quiere boicotear los planes futuros blanquirrojos, que no rojiblancos, esos son los atléticos. Y además llegan a Nervión con inquina y con maldad, la que tienen acumulada desde hace algunos años, sí, pero sobre todo desde hace cuatro meses. Porque el pasado 19 de mayo el Sevilla, contra pronóstico, logró la Copa del Rey que casi todo el mundo veía ya en las vitrinas del Vicente Calderón. Un gran triunfo que dejó a los colchoneros sin su doblete y a Antonio Álvarez en el banquillo de la entidad andaluza.

Mucho han cambiado las cosas desde entonces, a pesar del poco tiempo transcurrido. Sin ir más lejos, Álvarez ya no dirige al Sevilla y el Atlético ha mejorado su equipo, algo que a día de hoy no se puede decir del plantel que ya dirige Gregorio Manzano. De hecho, a toda la rivalidad ya acumulada –en Segunda división, en el Calderón con el bombardeo de botellas de whisky sobre Palop, las peleas entre radicales de ambos clubes– se ha sumado un ingrediente más, traído a la palestra por Quique Sánchez Flores, que ayer recordó lo mal que le sentó un comentario del jiennense sobre su Atlético la pasada Liga.

Con los pesos pesados. Quizás todos esos elementos colaterales que rodean un partido de tanta tensión como el de esta tarde sean beneficiosos para el Sevilla, al que le viene bien toda la motivación extra a la que pueda recurrir. Eso sí, esos incentivos deben ir acompañados del trabajo del técnico de Bailén. Su mano debe dejarse notar. A lo mejor en la lista de ayer y en su once se puede colegir algo de lo que quiere el nuevo entrenador. Por ahora, ha quedado claro que tira de todos los pesos pesados de la plantilla, y en la alineación puede plasmarse aún más esta teoría. De ahí que sea probable un once con los dos delanteros de siempre, Luis Fabiano y Kanouté. Con todo, si las opciones de Negredo aumentan no serán a costa del franco-malí, al que no ha parado de echar flores Manzano. También cuenta con Renato, ya recuperado aunque posiblemente en el banquillo de inicio, y Konko. Pero algo más necesitará para doblegar al buen Atlético. El apoyo de la grada, sin dudarlo, y, evidentemente, algo de magia.

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