La Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir ha decretado el cierre de la planta de reciclaje instalada en Utrera (Sevilla), así como de su vaso de vertidos, anunciando un expediente de regulación temporal de empleo para sus 15 empleados, según han informado a Europa Press fuentes de los trabajadores y ha confirmado la propia presidenta de la institución y alcaldesa de Lebrija, María José Fernández (PSOE).
David Ramírez, delegado sindical por CCOO en la planta de reciclaje de Utrera, ha señalado a Europa Press que la planta de reciclaje ha sido cerrada con 1.600 toneladas de residuos "sin tratar solo en una de sus naves", toda vez que las instalaciones no dispondrían ya de flujo eléctrico a cuenta de la deuda contraída con el grupo energético Endesa. El asunto, así, se encuadra en la grave asfixia económica que sufre la propia Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, sobre la que incluso ha planeado la sombra de la disolución.
Según Ramírez, a los trabajadores les ha sido anunciado un expediente de regulación temporal de empleo de tres meses de duración pero prorrograble otros tres meses, extremo éste confirmado por María José Cervantes, quien atribuye el cierre de las instalaciones a una serie de "deficiencias" en su gestión.
Los 15 trabajadores de estas instalaciones, de cualquier modo, avisan de que esperan aún el cobro de cinco nóminas y, aunque han aceptado el mencionado expediente de regulación de empleo, temen por su futuro. "Creemos que solo quieren ganar tiempo para dar salida a la basura sin tratar", ha manifestado David Ramírez.
