Cinco años de crisis han dejado un reguero de parados a lo largo y ancho de la provincia de Sevilla, si bien hay pueblos que han sufrido con especial drama esta lacra laboral. Así, en 13 de sus 105 localidades el número de personas sin trabajar se ha triplicado y en una, en concreto la de Burguillos, casi se ha cuadruplicado. En ninguna se ha registrado un descenso de la sangría, siendo en Marinaleda, un pueblo con circunstancias especiales, el que ha arrojado una menor subida del paro.
Así se desprende al analizar los datos de los Servicios Públicos de Empleo -el antiguo INEM- para el periodo comprendido entre 2007 y 2012. En este quinquenio, el desempleo registrado -es diferente y, en todo caso, menor al que arroja la EPA, puesto que ésta es una encuesta- se dobló con creces en la provincia (114,94%), hasta superar el cuarto de millón de personas sin ocupación (254.855).
Burguillos se lleva la palma. Sus vecinos que quedaron marginados del mercado laboral se elevaban a 855 al concluir diciembre de 2012, un 246,15% por encima del cierre de 2007, cuando afloraron los primeros síntomas de los males de la economía internacional y española, aunque el primer ejercicio completo de crisis oficial -reconocida- sería el de 2008. Para hacerse una idea del peso del paro, sirva como referencia el dato del censo: 6.459 habitantes -sólo como referencia, en ningún caso equivaldría a la población activa, puesto que habría que restar los ancianos, los menores, los jubilados y todas aquellas personas que no manifiestan voluntad alguna de trabajar-.
Tras Burguillos se colocó La Luisiana, localidad ya habitual cuando se trata de abordar el impacto de la crisis, puesto que el municipio orquestó a lo largo de los años de bonanza un tejido de pequeñas empresas auxiliares de la construcción que se vinieron abajo con el desplome del ladrillo. Así, el desempleo se incrementó en ese quinquenio el 234,67%, hasta 502 personas. Y son 4.652 los habitantes del pueblo.
Castilleja del Campo, pequeña localidad con 642 vecinos, tenía a 31 de diciembre pasado 72 parados, frente a los apenas 22 de un lustro atrás, evolución que se traduce en un incremento del 227,27% en los cinco años, según se desprende de los datos oficiales del Ministerio de Empleo.
Cuarta localidad de esta negra lista, La Lantejuela, que comparte los mismos motivos que las precedentes, el ocaso del ladrillo. No en vano, desde este municipio han surgido auténticos protagonistas en la lucha contra los impagos tanto de las administraciones públicas como de las empresas privadas y en defensa de un endurecimiento de la legislación al respecto. En los últimos cinco años, este municipio, con 3.928 vecinos, ha visto cómo su desempleo aumentaba a 471 personas (227,08% más).
Por encima del 200% -porcentaje que supone triplicar una cifra- se encuentran también Los Molares (222,67%), Pilas (220,3%), Aznalcázar (217,69%), El Cuervo (216,17%), Benacazón (214,29%), Alcalá del Río (208,32%), La Campana (207,48%), El Ronquillo (205,17%), Carrión de los Céspedes (203,66%), Palomares del Río (201,08%) y Coria del Río (200,31%).
En el lado contrario, es decir, el de los pueblos donde la hemorragia laboral fue menor en el último lustro, destacó Marinaleda, con subida del 4%, hasta los 104 parados en una población con un censo de 2.786 habitantes. Cabe recordar, en este sentido, no sólo el carácter cooperativista que impregna la economía del municipio, que está regido por Juan Manuel Sánchez Gordillo, sino también la elevada presencia de eventuales del campo que cobran el subsidio agrario -el vinculado al antiguo PER-, y que no constan como parados a efectos del registro de los Servicios Públicos de Empleo -sí, en cambio, en la EPA, que realiza el Instituto Nacional de Estadística-.
La pequeña localidad de Villanueva de San Juan figura como la segunda con inferior crecimiento porcentual del paro: 19,28% desde el inicio de la crisis. Pero, sin duda, en este repaso habría que destacar sin duda a Estepa, pues gracias al aceite de oliva, a su industria del mantecado y el PER ha visto cómo la cifra de vecinos sin ocupación tan sólo subió el 23,77%, hasta los 1.109, y en este caso estamos hablando de un municipio de tamaño mediano (12.671 habitantes).
Si nos ceñimos a las principales localidades del área metropolitana se Sevilla capital -en esta última el revés laboral es del 95,27%, hasta 89.332 parados-, en Alcalá de Guadaíra los parados subieron en el quinquenio un 110,21%, un 113,65% lo hicieron en Dos Hermanas, 112,17% en Camas o el 101,79% en San Juan de Aznalfarache.
Si aislamos sólo el año 2012 con respecto a 2011, la mayor negrura aparece en Badolatosa (43,40%), San Nicolás del Puerto (41,38%) y El Real de la Jara (43,40%), mientras que tres pueblos redujeron el paro: El Garrobo (-8,73%), Estepa (-8,27%) y Gilena (-4,87%).
