Durante cerca de dos horas declaró en calidad de testigo protegida con unos biombos para que los cuatro acusados de la muerte de Marta del Castillo no pudieran verla. Sin embargo, cuando Rocío, la menor de 15 años de Camas, fue a firmar el acta vio por un momento al que era su novio en la época en la que desapareció Marta, Miguel Carcaño, lo que provocó que sufriera un ataque de ansiedad.
La menor abandonó la sala entre sollozos y gritando "hijo de puta, hijo de puta" aunque sin decir a quién se refería, si a su ex novio o a algunas de las personas que la interrogaron. Tras eso, Rocío se desvaneció en los pasillos de los juzgados y tuvo que ser atendida en un banco.
Rocío había llegado al Juzgado de Instrucción número cuatro acompañada de su familia, de la que estaban citados para declarar su abuela -que lo hizo en silla de ruedas tras sufrir un accidente hace tiempo-, su madre, su padrastro, su hermano y también su cuñada. A la salida, la familia fue increpada por algunos amigos de Marta del Castillo.
