La mina de Aznalcóllar, en Sevilla, será la próxima en ponerse en marcha, previsiblemente en 2015MI
Las dos minas que arrancaron su actividad hace cuatro años en Sevilla y Huelva han conseguido aumentar en un 34,7% la cifra de gente ocupada en su entorno, aunque no ha sido suficiente para frenar el paro porque el efecto llamada había sido mayor: la población en edad de trabajar que ha visto la posibilidad de encontrar empleo y se ha mudado a estos pueblos, o se ha vuelto a apuntar al paro, ha superado la creación de puestos de trabajo, por lo que, paradójicamente, el desempleo ha subido un 32%. Entre 2010 y 2012 aumentaron en 12.231 (un 34,7%) las personas con trabajo en los 32 municipios del entorno, mientras en el resto de los pueblos los puestos de trabajo se reducían un 8,3%.
Así se desprende del Análisis de la Evolución Socioeconómica Territorial en las comarcas de influencia de las minas de Aguas Teñidas y Las Cruces, realizado por el Centro de Investigación Internacional en Inteligencia Territorial para la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, y al que ha tenido acceso El Correo.
El estudio muestra cómo la apertura de estas minas hace cuatro años ha generado empleo, ha atraído población a los municipios cercanos, ha tirado de la actividad económica y ha mejorado el nivel de vida, según destacó el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, que citó este informe el jueves al presentar el pliego de condiciones para la explotación de la mina de Aznalcóllar de Sevilla.
La Junta explicó que, cuando se pusieron en marcha, estas dos explotaciones mineras tenían condiciones similares a las que tendrá Aznalcóllar cuando arranque, en primavera de 2015 si todo va bien, por lo que es de esperar una evolución similar en cuestiones como el empleo. Aguas Teñidas, en Huelva, que produce cobre, zinc, plomo y potencialmente plata; y la sevillana Cobre Las Cruces tenían un futuro potencial de 15 años, aunque al estudiar el entorno de la primera se han encontrado nuevos yacimientos que han duplicado las reservas. En la futura explotación de Aznalcóllar, de la que se sacarán cobre, plomo y zinc, la Junta está convencida de que se repetirán los hallazgos porque está situada en la misma franja pirítica.
Por eso la consejería fija los ojos en los resultados de estas minas, que aunque no logran dar un vuelco a las sangrantes tasas de desempleo andaluz (36,4%), son muy positivas. En dos años se han generado 1.720 empleos en los cuatro municipios donde se ubican y 12.231 en los 32 pueblos de la zona de influencia minera, incrementando un 34,7% la población afiliada a la Seguridad Social. El dato es más notable si se tiene en cuenta que en los demás municipios se destruyó empleo: se perdieron 69.839 puestos de trabajo y las afiliaciones bajaron un 8,3%.
El estudio muestra un empleo más estable: se ha reducido el número de contratos un 11%, al perder peso el empleo agrícola, en el que la temporalidad es más marcada: por ramas de actividad, el sector primario ha pasado del 32% en 2010 al 22% en 2012. La evolución sectorial implica la creación de un empleo más cualificado que el que se está destruyendo.
Sin embargo, el análisis refleja la paradoja de que la mejora del empleo no ha atajado el paro, que ha crecido un 32% en la zona de influencia de las minas, por encima de la media de Sevilla (25%) y Huelva (23%). Fuentes de la consejería dan una explicación: El crecimiento del desempleo, en un contexto de fuerte creación de empleo como el que se observa en las cuencas mineras, depende básicamente de un aumento de la población activa buscadora de empleo. Se citan dos circunstancias: el crecimiento de la población en la zona, que ha ganado 4.500 habitantes, probablemente llamados por las oportunidades de empleo, y el que vecinos que habían renunciado a seguir apuntados en las listas del paro hayan vuelto inscribirse, puede que animados por una mejor perspectiva de encontrar trabajo en un contexto de reactivación económica territorial.
El aumento de la población, del 3,1%, ha hecho elevarse la población en edad de trabajar un 4,3%, provocando un rejuvenecimiento de los municipios.
El estudio añade que el índice de actividad económica del área minera ha crecido un 8,3%, cuando fuera del entorno baja un 4,3%, y que el valor catastral de sus propiedades se ha revalorizado más de diez veces sobre la media: alcanza el 145%, cuando la media del resto de municipios es del 13%.
El consejero añadió al presentar el pliego de condiciones de Aznalcóllar que las minas tienen un efecto multiplicador en la creación de empleo, ya que por cada puesto directo se generan de seis a ocho indirectos o inducidos, y tiene un fuerte arraigo, al ser una industria que no puede ser deslocalizada, por lo que confió en que la apertura de esta nueva mina el año que viene sea un revulsivo para la economía del entorno.
