Una veintena de efectivos de la Policía Local han expresado su voluntad de abandonar la Unidad de Intervención Nocturna, tras entrar en vigor el lunes la orden del cuerpo en la que se permitía entrar o salir del turno, cuyos agentes se quejan de sus condiciones.
Los integrantes del turno de noche son 35 según el Sindicato Profesional de la Policía -Sppme- y medio centenar según el Consistorio. De ellos, una veintena tendría ya preparada la solicitud para oficializarla el último día del plazo para entrar o salir, según el responsable del Sppme en Sevilla, Manuel Bustelo, que remarcó que el final del plazo no figura en la orden del cuerpo, lo que podría dar lugar a confusiones.
Bustelo añadió que, según le consta al Sppme, ningún agente ha pedido unirse a la unidad. La postura del sindicato sigue siendo la de "pedir a los afiliados que congelen cualquier movimiento en relación a la Unidad de Intervención Nocturna hasta que las cosas no estén más claras", ya que han solicitado a la concejal de Seguridad, Nieves Hernández, que les dé por escrito las condiciones de trabajo de un turno que tiene marcadas diferencias con el resto del cuerpo, sin lograrlo por ahora.
De hecho, este área ha previsto que el trámite sea al revés: cuando se sepa cuánta gente quiere trabajar de noche, se decidirá si el turno sigue nutriéndose de voluntarios, como ahora, o si se buscan fórmulas alternativas; y también se establecerán las características del grupo y sus funciones.
Ése fue el origen del conflicto del turno de noche, cuyos miembros faltaron al trabajo en bloque el 15 de mayo, dejando a la unidad sin gente durante toda una noche. Los agentes se quejaban de que no recibían avisos de seguridad y de que no se estaban cubriendo las bajas del servicio.
La concejal se reunió con los sindicatos municipales para abordar la crisis y decidió publicar una orden para saber quiénes querían o no estar en el turno de noche. También se acordó pedir al 112 que sí informase de las llamadas de seguridad para que los agentes no corrieran riesgos innecesarios en la calle, que según Bustelo era lo más urgente y aún no se ha hecho.
