La mayor ola de calor en la historia de las observaciones meteorológicas en Rusia y el denso manto de humo de los incendios forestales- que ayer hizo cuatro días que cubre Moscú- han multiplicado por dos la mortalidad en la capital rusa. "En el último tiempo la mortalidad en Moscú ha aumentado al doble", admitió ayer en rueda de prensa el jefe del departamento de Sanidad del Ayuntamiento, Andréi Seltsovski, citado por la agencia Interfax.
La declaración hecha ayer por Seltsovski es la primera confirmación oficial de las versiones que ya circulaban en los medios e internet acerca de que la ola de calor y el humo de los incendios forestales en las afueras de la capital habían disparado las tasas de mortalidad en Moscú. Según Seltsovki, en un periodo normal en Moscú se registran diariamente entre 360 y 380 fallecimientos, mientras que ahora son alrededor de 700.
El funcionario indicó que como consecuencia de ese aumento del número de muertes, los depósitos de cadáveres de la capital rusa están cerca del 90% de su capacidad.
Varios países europeos iniciaron el pasado fin de semana la retirada parcial del personal de sus embajadas y de sus familiares, aunque no lo califican de evacuación, y han recomendado a sus ciudadanos abstenerse de viajar a la capital rusa y a las zonas afectadas por el fuego. Las embajadas y otras representaciones extranjeras en Moscú continuaron ayer los recortes de los horarios de atención al público.
El consulado de Estados Unidos en Moscú canceló ayer todas las entrevistas con solicitantes de visados debido "a la compleja situación provocada por la contaminación atmosférica en Moscú".
El Ministerio de Sanidad recomienda a los moscovitas no salir a la calle ni abrir las ventanas, utilizar mascarillas y máscaras de oxígeno, no hacer esfuerzo físico, beber agua y prescindir del alcohol y el tabaco.
Posible mejoría. Según los meteorólogos, los padecimientos de los moscovitas a causa del humo podrían terminar hoy, ya que se espera un cambio de la dirección del viento y algunas lluvias. Mientras, el Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia informó ayer de que el número de incendios forestales activos en todo el país no ha variado prácticamente en las últimas 24 horas, pero el área castigada por el fuego ha disminuido en poco más de 16.000 hectáreas.
El domingo, en todo el país había un total de 557 focos de fuego, tres más que ayer, que afectaba a una superficie de 174.035 hectáreas, según el comunicado oficial de esa cartera.