Cultura

La muerte de Enrique Morente enfrenta a su familia y la clínica

Pide la autopsia tras haber presentado hace días una denuncia por presunta negligencia. El cantaor se encontraba ingresado desde la semana pasada en estado crítico, después de someterse a una intervención quirúrgica.

el 13 dic 2010 / 11:49 h.

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La noticia del fallecimiento del cantaor Enrique Morente cayó ayer como un jarro de agua fría en el mundo del flamenco, si bien la conmoción pronto dio paso a la indignación, en especial de su familia, que considera que una negligencia médica puede ser la causa de la muerte del artista, por lo que ha solicitado la autopsia y presentó -hace días- una denuncia.

La actitud del entorno más cercano de Morente durante estos días en que ha permanecido ingresado en la madrileña Clínica de la Luz dejaba entrever que algo no iba bien en la relación con el centro sanitario. Los partes médicos no llegaban y en los comunicados la familia recalcaba la falta de información a la que estaba siendo sometida -siete días sin tener noticias por escrito del estado de salud- y subrayaba los nombres del equipo médico que le operó.

Ayer, una vez hecha pública la noticia de su muerte, se supo todo. La familia había presentado hace días una denuncia, aunque guardó silencio por "el miedo lógico" al estar todavía el enfermo ingresado, según informan las agencias.

La Policía se personó en la clínica, donde tomó datos y pidió informes, poniéndose en marcha una serie de medidas cautelares. "Fue una salida lógica a tanta cautela y desinformación por parte de la clínica", según fuentes familiares.

El lunes día 6 de diciembre adelantábamos la noticia en La Gazapera, el blog flamenco de El Correo, del ingreso de Enrique Morente en la clínica madrileña La Luz, donde el cantaor y compositor granadino fue operado de urgencia de un cáncer de esófago. Hoy tenemos que comunicar su muerte. El maestro retrasó la operación para acabar el rodaje del documental El barbero de Picasso, a pesar de que, al parecer, conocía la gravedad de su enfermedad desde hacía algún tiempo, según las conclusiones a las que han llegado estos días sus amigos más íntimos, que le escuchaban ciertos comentarios irónicos sobre la vida y la muerte.

El día 23 de noviembre, con motivo de un concierto que ofreció en El Molino de Barcelona, organizado por la cantaora catalana Mayte Martín, le confesó a la artista que estaba muy malo. "He venido porque se trata de ti", le dijo. Sin embargo, su delicado estado de salud no le impidió ofrecer esa noche un gran concierto, según Mayte. "Cantó como nunca; con poca fuerza, pero con una profundidad increíble".

El día 2 acudió por sus propios pies a la Clínica La Luz de Madrid para un nuevo reconocimiento y los médicos le dijeron que había que operar. Lo intervino el cirujano extremeño Enrique Moreno González, una autoridad mundial en transplantes hepáticos y en cirugía de intervenciones gastrointestinales, pancreáticas y biliares. Este cirujano de 71 años fue Premio Príncipe de Asturias en 1999.

La intervención quirúrgica duró unas cinco horas y media. Al parecer, la operación salió bien y Enrique llegó incluso a bromear con los médicos y la familia, con su conocida carga irónica. Sin embargo, en el postoperatorio, el maestro sintió unos dolores espantosos y llamaron al médico, que tardó dos horas en llegar, según fuentes cercanas a la familia, aunque esto está aún por confirmarse. Poco antes de entrar de nuevo al quirófano, al parecer, con una hemorragia interna, se produjo la lesión parcial en el cerebro y llegó a temerse seriamente por su vida. De hecho, una enfermera salió del quirófano y le dijo a la esposa del artista, la bailaora Aurora Carbonell, que se prepararan "para lo peor". La mujer del maestro, en conversación telefónica con un admirador del artista, se refirió a que "le habían quitado una cosa fea". Sin embargo, la palabra cáncer no trascendió hasta días después.

El cantaor entró en estado de coma el lunes 6 y desde ese día todo han sido especulaciones, conjeturas e informaciones poco contrastadas sobre su estado. A las 72 horas del ingreso de un enfermo en un hospital, la familia ya puede pedir un parte médico, que puede hacerse o no público según el deseo de la propia familia. El día 11 la familia mandó uno muy breve, a través de la SGAE, en el que anunciaban que el cantaor estaba "estable" y que todo seguía "igual". Ese día ya se sabía que no había solución posible, aunque siempre se espera el milagro. De hecho, según algunas fuentes cercanas a la familia, el alcalde de Granada, que estuvo en el hospital el pasado día 10, comentó al llegar a Granada que el Ayuntamiento debería albergar la capilla ardiente.

Ayer a primera hora de la tarde, saltaba la noticia de la muerte cerebral del artista. La familia lo confirmaba en un comunicado poco después, recalcando que "hasta el pasado sábado, día 11, no tuvo constancia de que el estado de Enrique Morente era el de un coma profundo, como consecuencia directa de la operación realizada, con carácter de urgencia, el día 6".

La clínica emitió su primer comunicado sobre el estado de Morente, certificando la muerte a las 16.40 horas y aclarando que no ha hablado antes por respeto "al secreto profesional". Sobre la denuncia no se pronunció.

El cuerpo del cantaor será sometido hoy a una autopsia y posteriormente será velado en la sede de la SGAE desde las 15 horas._Sus restos descansarán finalmente en Granada.

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