Con paso lento, pero firme, las mujeres han conseguido hacerse un hueco en el Ejército español. Hoy son más de 16.000 las que engrosan las filas de las Fuerzas Armadas. Y es que aunque España tardó en integrar a las féminas, 22 años después de sus primeras incorporaciones, parece que se ha alcanzado que la integración femenina sea absoluta.
El aumento en el número de mujeres soldados se ha hecho patente en las dos últimas décadas, desde que en 1988 se aprobara su alistamiento "aunque con reservas", según explica Emilio Pérez Alamán, teniente coronel retirado, en el Encuentro Internacional: La incorporación de la mujer en las Fuerzas Armadas de España, celebrado en Sevilla. "En 1988 sólo había mujeres en servicios, sólo se encontraban oficiales médicas, abogadas o auditoras".
Esta situación cambió cuatro años después, "en 1992 admiten a mujeres como soldados, pero con algunas excepciones en las unidades especiales: guerrillas, submarinos, aviones, combate, paracaidismo, etc.", informa Pérez Alamán. En este sentido, Francisco Javier Zorzo, general de división retirado, asegura que "siempre hubo una reserva de los militares con respecto a la incorporación de la mujer a las fuerzas especiales. "Pero el tiempo ha demostrado que no hay ninguna diferencia", puntualiza.
Todos los puestos. Progresivamente han ido desempeñando todos los empleos militares. Ahora las féminas ocupan más del 12% de los 135.614 efectivos que conforman las Fuerzas Armadas en España, según los datos del Ministerio de Defensa de 2009. De hecho, la mujer ha pasado de ocupar 137 puestos en 1991 a desempeñar 16.448 en la actualidad. Un dato importante es que más del 17% de ellas son extranjeras, procedentes, sobre todo, de Ecuador y Colombia.
Este alto número convierte a España en uno de los países que más mujeres integra en sus filas, sólo por detrás de Francia. No obstante, el porcentaje de mujeres con alto rango es mucho menor que en otras naciones, "debido al poco tiempo" desde su incorporación, subraya Zorzo.
Esta idea es reiterada por la comandante médico Pilar Hernández Frutos, "no ha pasado suficiente tiempo".
"Llegar a teniente coronel lleva, por ejemplo, 22 años, nosotras llevamos eso en el Ejército. No es porque las mujeres se queden atrás, ya que hay una absoluta igualdad: si llega el momento, asciendes", aclara Hernández, antes de recalcar que "en esta empresa tienes asegurada la igualdad". No obstante, en España sólo una mujer, Patricia Ortega, la primera en integrarse en el Ejército, ocupa el puesto de teniente coronel desde 2009.
Asimismo, desde que las dos primeras mujeres desembarcaran en la misión de Bosnia Herzegovina en 1993, las diferentes operaciones en el extranjero han contado con féminas en sus líneas. Para Javier Zorzo, "en acciones de combate como Irak, Afganistán o el Líbano las mujeres actúan igual que los hombres".
Para Belén Caballud, del Observatorio de la Mujer del Ministerio de Defensa, "las mujeres suman un valor añadido a las operaciones". Además, apunta que consiguen "acceder a la mitad de la población" y que "el ser mujer ha ayudado a que se puedan cumplir muchas de las misiones". Un ejemplo que destaca Caballud es el caso de las terroristas suicidas, que no eran registradas hasta que no llegaron las primeras militares.
Para Zorzo, el trabajo que desempeñan las soldados es "completo". "Dan clases de español, atienden a las mujeres y si tienen que entrar en combate, lo hacen", asegura el general. Por su parte, la capitán enfermera Alicia Moreno, presente en misiones internacionales, agrega que los soldados se convierten en esas ocasiones "en el único nexo con el que cuentan las víctimas".
