Cinco muertes en sólo 48 horas. Éste es el trágico balance que presenta la carretera N-IV, que después de años esquivando las elevadas cifras de accidentes de antaño, lleva año y medio siendo, con diferencia, la carretera con más víctimas mortales de la provincia. La carretera, que va desde Sevilla hasta El Cuervo, ha sufrido 14 muertes en ese tiempo. Las últimas fueron las de dos jóvenes de 25 años que iban en un todoterreno en dirección Cádiz y que, por causas que aún desconocidas, se salió de la vía y se empotró contra unos eucaliptos cerca de la pedanía palaciega de Maribáñez. Otro joven, de 24 años, resultó herido grave y fue trasladado en helicóptero al hospital de Valme.
Esas muertes dejan, unidas a las de tres miembros de una familia que perecieron el domingo pasado tras sufrir un choque frontal, arroja una estadística desoladora para la N-IV, que en cerca de una década -a falta de que finalice el año- se ha cobrado la vida de 83 personas. Sólo hay que cotejar las cifras recogidas desde 2001 con las de la Ruta de la Plata (N-630), donde perecieron 85 personas entre 1998 y 2007. Ese guarismo le llevó a ganarse el sobrenombre de Ruta de la Muerte.
Pero la diferencia es notoria. La N-630 es una carretera sinuosa donde las curvas son su mayor peligro. Mientras, la carretera N-IV se caracteriza por largas rectas y, por tanto, los accidente están más asociados a una mala maniobra o despiste del conductor. Como prueba, la del accidente del pasado domingo, donde las primeras investigaciones apuntan a que el conductor que invadió el carril contrario y chocó de frente con otro vehículo -donde estaban los fallecidos- se quedó dormido.
Es más, la N-IV había experimentado una cierta mejoraría con respecto a las cifras de hace una década: hubo 12 accidentes con el resultado de 16 fallecidos, tres heridos graves y diez leves en 2001. Los mejores datos datan de 2004 con sólo dos muertes y de hace tres años, con tres víctimas. Pero a partir de 2008, la N-IV ha sufrido un pequeño repunte, con el resultado de ocho fallecidos en 2010 y seis ya a mediados de este año.
El principal hándicap que padece la N-IV, en principio, es que tiene sólo un carril por sentido y eso se antoja insuficiente para el tráfico que soporta. La media de vehículos diarios estaba en 2009 en casi 20.000 coches diarios por sentido, en guarismos similares a los de la autopista de peaje (AP-4), en la que hay que pagar pero que, a la postre, se presupone más segura. No en vano, no se conoce ni una muerte en la vía en año y medio frente a los 14 de la N-IV.
El epicentro de los accidentes con víctimas se da en el término municipal de Los Palacios y Villafranca. No sólo fueron testigos de los dos últimos siniestros, sino también del arrollamiento a un grupo ciclista, en septiembre de 2010, que se saldó con la muerte de dos ciclistas a escasos dos kilómetros del lugar en el que, en la mañana de este martes, se salieron de esta carretera los tres jóvenes.
El hecho de que Los Palacios sea el triste escenario de esta catástrofe ha movilizado a sus portavoces, que reivindican históricamente el desdoble de la carretera para evitar más accidentes. El alcalde de Los Palacios, Juan Manuel Valle (IP-IU), insiste desde el domingo, tras el fallecimiento de tres de sus vecinos, en el inicio urgente de las obras del desdoble que "fueron paralizadas en mayo". Pero también lanzó al aire una alternativa: si no se arreglan las obras, que el Gobierno permita el libre tránsito por la autopista mientras se soluciona el problema de esta carretera.
En declaraciones a Europa Press, Valle precisó que sería conveniente "la liberalización temporal del pago del peaje", a la vez que reivindicó que "hace años" que llevan trasladando al Ministerio de Fomento la petición para el desdoble de la N-IV. No es el único. El PP de Los Palacios incidió en la exigencia a Fomento para incluir partidas que permitan el impulso de las obras del desdoble de la N-IV, "una carretera trágica". En ese sentido, el portavoz del PP en el Consistorio palaciego, Antonio Romero, recordó que el Ayuntamiento aprobó por unanimidad de los grupos asistentes al Pleno del pasado julio una moción para exigir al Gobierno central la ejecución de estos trabajos.
