Ni el frío, ni la cercanía del mes de diciembre, ni los anuncios de turrón: la prueba de que la Navidad ha desembarcado en Sevilla es el apabullante alumbrado que desde ayer decora las principales calles comerciales de la ciudad, con la Avenida de la Constitución como emblema de una nueva corriente artística: el barroco navideño.
Un derroche de luz y color formado por cartelas inspiradas en la Catedral y la Giralda, repetidas a lo largo de toda la Avenida formando un inacabable túnel deslumbrante, dejaba un reguero de niños con tortícolis y el dedo índice tieso de tanto señalar hacia arriba. El diseño, grandes cuadros de luz en colores azul, morado, dorado y blanco, reinterpreta las formas góticas y los rosetones de la Catedral y los mezcla con flores que emulan a las azucenas de los jarrones de la Giralda.
Así lucía anoche la avenida de la Constitución, un inacabable túnel deslumbrante. / J. M. PAISANO (ATESE)
Ante tamaño esplendor, Amanda, de cuatro años, no podía dejar de girarse a mirar, hipnotizada por unas luces quizá algo excesivas para estos tiempos de austeridad y recortes, aunque sea muy pequeña para pensar en eso. Su pugna era con su abuela, que trataba de llamar su atención para que mirase al frente y poder hacerle una foto debajo de los adornos navideños. La familia, que venía de San Diego, llevaba toda la semana viendo las luces apagadas al pasar por la Avenida, y prometiendo a la cría que el viernes se acercarían por fin, como cada año, para verlas encendidas.
En realidad, aunque le va a costar competir con el resplandor de la Avenida, la novedad de este año es la composición instalada en El Salvador: una coreografía de luz compuesta por 200 tubos colocados verticalmente a seis metros de altura, cada uno con 198 bombillas led en continuo movimiento, que forman figuras que van cambiando de forma y color y que se inspira en un montaje instalado en 2008 mercado en el mercado londinense de Covent Garden. Se han programado 60 efectos diferentes, en un ciclo que se repite cada 20 minutos, según José Luis Hernández, técnico de la empresa Elecfes, responsable del sistema.
La Plaza del Salvador se convierte este año en la gran novedad de la iluminación navideña en el centro de la ciudad de Sevilla. / J. M. PAISANO (ATESE)
Unas veces parece que las luces azules o blancas caen como si fueran lluvia o nieve, otras simulan olas que recorren la plaza, a veces parpadean en colores alternos y otras crean destellos multicolor, los que más le gustan a Candela, de nueve años, también asidua al estreno del alumbrado navideño. Y por su cara de asombro también parecen encantarle a Rodrigo, de dos años, al que su padre, Rodrigo Escobar, fotografiaba en brazos de su madre, Verónica Alfonsín, con las luces en movimiento de fondo. Hasta donde hemos visto están muy bien, decía Rodrigo, que el año pasado no pudo ver el espectáculo de luces proyectado sobre la fachada del Ayuntamiento porque su hijo era demasiado pequeño para meterlo en esas bullas, pero que este año, con el pequeño Rodrigo algo más mayor, lo intentará de nuevo.
A la inauguración asistió también el alcalde, Juan Ignacio Zoido, acompañado por varios concejales, que destacó que la decoración navideña es una atracción más para quienes visitan Sevilla desde municipios del entorno, y supone un factor de dinamización del comercio en estas fechas. Poco más allá, en la Plaza Nueva, el enorme árbol de Navidad colocado ante el Ayuntamiento tenía un efecto similar: bebés embobados con el cambio de las luces de azul a verde, de verde a rojo, de rojo a azul; niños chocando con las piernas de sus mayores porque se les iban los ojos de las luces del abeto a las de los naranjos; o colocados ante el árbol iluminado con sus sonrisas melladas y la cabeza ladeada, mientras sus padres les hacían decenas de fotos con el móvil, probablemente idénticas. Por el extremo contrario, también la Puerta de Jerez, la calle San Fernando y la trianera San Jacinto se han sumado al alumbrado con una decoración igualmente apabullante.
33 Fachada del Ayuntamiento con su árbol de Navidad presidiendo. / J. M. PAISANO (ATESE)
En el Centro, la verbena de luces se prolonga hacia Tetuán, donde las protagonistas son las figuras en tres dimensiones, enormes campanas y estrellas con volumen, suspendidas en el aire, alumbrándolo todo: escaparates llenos ya de regalos, puestos de castaña humeantes, a quienes vuelven de trabajar entre la bulla, a los músicos callejeros, a los hombres-estatua inmóviles hasta que alguien les echa una moneda, a los mendigos que piden limosna cabizbajos entre tanta decoración...
El coste El Ayuntamiento destinará en este año y el próximo 895.500 euros a financiar la iluminación navideña, lo que supone 447.750 euros por año, una cifra similar a la de ediciones anteriores, aunque el Consistorio destaca que con el mismo presupuesto se ha incrementado la decoración. A grandes rasgos, se instalará alumbrado en 159 calles, 26 de las cuales no habían sido iluminadas antes, con varios tipos de decoración: los adornos tradicionales para las calles, en dos dimensiones; los de tres dimensiones instalados en Sierpes y Tetuán; cortinas de leds en las fachadas de algunos edificios; la instalación en movimiento del Salvador y finalmente el mapping que se proyectará en la plaza de San Francisco, sobre la fachada trasera del Ayuntamiento.
Este espectáculo de imagen en tres dimensiones, muy seguido desde que se inició hace dos años, se pondrá en marcha cuando se retire el andamio que aún cubre la fachada posterior del Consistorio debido a unas obras de rehabilitación, en una fecha aún por determinar. Estará patrocinado por Telefónica para que no suponga un coste para el Ayuntamiento y llevará el nombre de El espíritu de la Navidad. Entre las novedades de la iluminación navideña de este año, el Consistorio ha destacado también que se ha creado un recorrido ininterrumpido desde el Prado de San Sebastián a la Barqueta y que se han reforzado lugares como la Alameda, donde este año se han decorado diez farolas más y la calle Trajano, para que la iluminación no se interrumpa desde el Centro hasta esta zona. El alumbrado estará encendido hasta el 6 de enero, de 18.30 a 23 horas. Los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero se prolongará hasta la una de la madrugada.
