Carla, la niña de nueve años con síndrome de Down a la que un párroco de Teià (Barcelona) no quiso dar la primera comunión por considerarla "un ángel" que no había pecado, logró ayer recibir el sacramento en la iglesia dels Rosers de Badalona.
La madre de Carla, Lidia, explicó que durante la ceremonia la menor se comportó "perfectamente", y no hizo "nada de lo que decía el otro párroco", haciendo referencia a las palabras del sacerdote José Luis Moles en las que aseguraba que Carla podría ponerse a gritar en medio de la iglesia.
Lidia, que recordó que el cura le aseguró que "no hacía falta" que la menor recibiera la primera comunión porque era "un ángel de Dios", explicó que Carla estaba "muy contenta" por comulgar junto con su hermano gemelo.
Esta madre, que confesó sentirse orgullosa, quiso recomendar a todos los familiares de niños con problemas que se encuentren en su situación que "luchen hasta el final". El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, dijo ayer a este periódico que "la deficiencia nunca es motivo para negar la comunión".
