Tras cuatro años sin rodar, el director Alberto Rodríguez (Sevilla, 1971) termina esta semana la filmación de su nuevo proyecto, titulado 'After', con actores destacados como Tristán Ulloa y Guillermo Toledo y un enfoque muy distinto a sus anteriores filmes.
"Esto es como montar en bicicleta, no se olvida, pero cuesta volver", confesaba el cineasta a las puertas del pub Elefunk de la capital hispalense, donde se ultima el rodaje de After. La cinta, que también ha tenido como escenarios localizaciones de Palomares del Río, Camas y Castilleja, narra la historia de tres amigos que se reencuentran una noche de verano y emprenden un viaje incierto en busca de sí mismos, para lo cual habrán de regatear sus íntimas miserias y fantasmas.
El director cree que este nuevo trabajo, el cuarto largo de su producción tras El factor Pilgrim, El traje y 7 vírgenes, "va a sorprender" al público y la crítica que lo tienen encasillado como autor de cine social, "salvo que aceptemos que todo, incluso Náufrago, la historia de un tipo y una pelota, es social".
Uno de los grandes reclamos del reparto de After es sin duda Guillermo Toledo, que encarna a un ejecutivo deshumanizado que nunca muestra lo que siente o piensa. El actor, de probada solvencia tanto en registros cómicos como dramáticos, asegura haber recibido estas semanas de Rodríguez "una lección magistral de cine.
Hay muchos proyectos en el cine español que se hacen por la pasta, y lo primero que dicen muchos directores es que todo va a ser un pelotazo y vas a reventar la taquilla. En este proyecto no he escuchado esa tontería, sólo queremos hacer una buena película", comenta. "Otro cineasta se habría aferrado a un éxito como el de 7 vírgenes, pero Alberto arriesga y se tira a una piscina que no tiene agua, sólo un guión maravilloso".
También comparte esa opinión Tristán Ulloa, un profesional que curiosamente dio el estirón en la pantalla grande con Toledo -Mensaka, 1998- y que esta vez se meterá en la piel de un tipo "que lo tiene todo para ser feliz, casa, coche, mujer, pero no es feliz. Tiene un desencuentro con su hijo, se conoce un poco más a sí mismo y no le gusta lo que ve", explica el actor.
"After es una historia muy áspera y por otro lado muy versátil, está llena de rincones, de detallitos", prosigue Ulloa, a quien su reciente debut como director -Pudor, 2007, junto a su hermano David- ha repercutido positivamente en su faena como actor. "Todo se retroalimenta. Dirigir, interpretar, escribir, son formas de enfocar, de abrir puertas dentro del mismo oficio", afirma, al tiempo que adelanta que la semanma próxima empezará un nuevo rodaje de la mano de Juan Martínez Moreno, y que actualmente baraja dos nuevos proyectos de dirección "una historia original y una adaptación", agrega.
Revelación . Por otra parte, Ulloa se deshace en elogios hacia su compañera en el plantel protagonista, Blanca Romero, que debuta en cine con este largometraje. La modelo, cantante y actriz confiesa: "Al principio estuve un poco reacia a aceptar este reto, me asustaba defender el personaje de una chica como Ana, que sigue soñando con el Príncipe Azul y tiene un miedo horrible a sufrir y al compromiso", comenta. "Luego vi la edad de Ana, la vida que lleva, y pensé que conocía su mundo, aunque dentro de la locura, yo tengo un punto muy coherente y centrado", dice Romero.
Entre el trasiego de actores y técnicos podía verse también a Jesús Carroza, el joven sevillano que deslumbró con su interpretación de 7 vírgenes hasta el punto de hacerse con un Goya al Mejor actor revelación. En After interpretará "a un camello buena gente al que Willy Toledo intenta liar", afirma.
A Carroza, que se presentó al casting de 7 vírgenes "de cachondeo, para reírme con mis colegas", le costó asimilar el éxito de su brillante debut, pero quiere que su carrera discurra con calma: "Estoy estudiando el Bachillerato y ahora prefiero centrarme en los estudios, pero si salen papeles, de lujo. Quiero demostrar a la gente que puedo hacer de todo", apostilla.
