La ordenanza antivandalismo sufre su enésimo retraso. Pese a que así estaba previsto, no se ha incluido en el Pleno de hoy. La explicación: el texto está sufriendo una nueva revisión para incorporar las recomendaciones del Consejo Económico y Social, que plantea cuestiones como recursos económicos y planes de seguimiento.
El proceso de elaboración de la ordenanza de Medidas para el Fomento y Garantía de la Convivencia en los Espacios Públicos -la norma antivandalismo- ha sufrido un nuevo retraso. Pese a que el texto se aprobó inicialmente en marzo de 2007 y se anunció su entrada en vigor en septiembre del citado año, el debate interno abierto por la normativa ha provocado que se caiga del orden del día de varias sesiones plenarias a última hora. Así ha ocurrido de nuevo esta semana. Tras el informe favorable del Consejo Económico y Social, el Ayuntamiento se disponía a introducir el texto en la sesión de hoy. En esta ocasión, según fuentes municipales, los servicios jurídicos no han concluido sus informes sobre las últimas revisiones introducidas por la Delegación de Convivencia y Seguridad.
Los cambios provienen de la adopción de varias de las propuestas planteadas por patronal, sindicatos y asociaciones de consumidores. En su informe sobre la ordenanza, estas entidades plantearon que se debían definir en el texto "los recursos económicos, materiales y humanos" para controlar el cumplimiento de la normativa, así como el establecimiento de mecanismos de seguimiento, incluida una revisión obligatoria de la eficacia del texto cuando transcurran 18 meses desde su entrada en vigor.
La nueva revisión de la ordenanza se enmarca en el proceso de debate abierto por la Delegación de Convivencia para cerrar una normativa que debe regular cuestiones como los gorrillas, las pintadas, los destrozos en los parques, el ensuciamiento de la vía pública e incluso los insultos y conductas ofensivas. Las sanciones por las nuevas infracciones oscilan entre los 120 y los 3.000 euros.
