Con las Noches en la Buhaira este verano hemos podido dejarnos abrazar por la hermosura de un antiguo palacio árabe, repleto de magia, donde la piedra y el agua ganan la batalla a la calima sevillana que, como es habitual en esta tierra, amenaza con seguir haciendo estragos a nuestra barrera del sueño.
Por eso la programación estival de este singular espacio se extiende al mes de septiembre y, durante la primera quincena, nos brinda la frescura de Triálogos Clownescos, una divertida propuesta, nacida de la unión de las compañías Ori IO y Extrés, que supone un claro homenaje a una figura escénica injustamente denostada: el payaso, un personaje tradicionalmente ligado al universo circense, aunque también ligado al teatro hasta el punto de conformar todo un género teatral que otorga al clown una consideración nueva.
Pudimos comprobarlo la pasada temporada en nuestras salas independientes y podemos afirmarlo con esta obra, que gira en torno a tres payasos entrañables recreados con absoluta maestría por Gregor Acuña, Oriol Boixader y Javier Centeno quienes, bajo la dirección de Xevi Casals, consiguen conjugar el humor inocente del payaso blanco circense con el espíritu crítico del teatro. El resultado es una deliciosa comedia que atrapa nuestra atención desde el principio, cuando Gregor Acuña nos recibe en la entrada del recinto con su cara blanca, su levita brillante y sus zapatones, y nos presenta la trastienda del circo convirtiéndonos en cómplices. Así, podemos conocer la cara amarga del payaso, su lucha interior, ante la falta de reconocimiento, por ofrecernos algo más que una cascada de caídas o bromas pueriles. Pero los payasos saben que no pueden dejar de ser fiel a su condición y, al final, deciden sumergirse en su universo para entregarnos lo mejor de su repertorio que, junto a sus clásicos gags, incluye la interpretación de deliciosos números musicales.
