El nuevo sistema de grúa que se implantará en Sevilla, conocida en Barcelona como la grúa exprés, implica que la Policía no tenga que coordinar la retirada del coche en el lugar de los hechos. Basta un foto remitida por vía telemática. Los trámites se aceleran. La Asociación Europea de Automovilistas tiene sus cálculos: se retiran un 50% más de coches.
La estimación, realizada por una entidad que asesora al Gobierno central en materia de tráfico, se realizó tras la experiencia de Barcelona y las previsiones que se realizaron en Madrid. De momento, sólo la Ciudad Condal dio el paso ante la resistencia de usuarios y sindicatos en la capital española. El principal motivo fue la consecuencia directa de este nuevo sistema: un aumento sensible de los coches retirados. En estos momentos, uno de los grandes problemas del servicio es que la Policía debe detectar la infracción o ser avisada y controlar toda la labor de los operarios de la grúa. A partir de ahora, bastará una imagen captada y remitida por vía telemática a una oficina compuesta por alrededor de seis agentes que supervisan y autorizarán la operación desde una centralita.
"El sistema provoca un aumento de los coches retirados de un 50% y aumento sensible de la recaudación", explica el presidente de Automovilistas Europeos Asociaciados, Mario Arnaldo.
Su reflexión sobre la facturación no sólo se basa en el aumento de los coches retirados, también en las tarifas. La ordenanza municipal de Sevilla recoge que cuando un turismo es enviado al depósito por la grúa se cobrará una tasa de 114 euros, que se añade a la multa impuesta por la infracción. Sin embargo, si el usuario rectifica a tiempo la cantidad se rebaja a la mitad, poco más de 57 euros. "Al no haber presencia policial, la primera actuación es requisar el vehículo y se reducen sensiblemente las opciones de actuar a tiempo", apunta Mario Arnaldo. A esto se añade otra advertencia realizada por ésta y otras entidades cuando esta medida se puso en marcha en Barcelona. Al no haber policía no se supervisaba la salida de la grúa -que a veces requiere de suspensiones temporales de circulación- ni se controla que los coches retirados no sean deñados.
Movilidad parte de la premisa de que es un sistema legal y que agiliza el funcionamiento de la grúa, en un momento en el que se pretende endurecer las medidas contra los coches que obstaculicen la circulación. Se basa en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que avalaba el sistema implantado en la Ciudad Condal frente a una denuncia del sindicato Sppm-e.