El resultado de esta adaptación al nuevo marco legal, que queda fuera de las competencias del Ayuntamiento ya que es un legislación estatal, es un aumento de hasta un 100% en las cuantías de las principales infracciones que detecta la Policía Local en la ciudad. Incluso con el incremento de la reducción por pago voluntario en los 20 días siguientes a las notificaciones -que pasa de un 30 a un 50%-, los infractores deberán asumir cuantías superiores a las de hace cuatro años.
En Sevilla, la infracción más sancionada son los estacionamientos irregulares, un 70%. Durante 2009 cuatro de cada diez multas impuestas en la ciudad fueron por estacionar en los carriles destinados a la circulación o para el servicio de determinados usuarios. Con la nueva normativa, prácticamente todas las modalidades de aparcamiento irregular serán sancionadas con 200 euros, lo que dispara hasta en un 100% algunas de ellas. Sólo en dos categorías las sanciones siempre han alcanzado esta cantidad, la carga y descarga y la doble fila. Es este último caso el que representa la segunda infracción más habitual en Sevilla, un 35% de los casos, según los datos de 2009. Sólo si el conductor permanece en el vehículo, las sanciones serán de 70 euros. De no ser así ascenderán a los 200.
Dentro de este 75% se incluyen las multas de la zona azul. Aunque las denuncias han venido descendiendo a lo largo de los últimos años, 2009 se cerró con 174.223 denuncias bien por un exceso de tiempo en las plazas de aparcamiento rotatorio, bien por carecer del ticket necesario. De estas sanciones, aquellas que consiguieron cobrarse -en torno al 20% son recurridas anualmente- ascendieron a entre 30 y 50 euros. Ahora se unifican en los 70, una decisión que responde a la propia ley de Tráfico que fija esta cuantía como el importe mínimo para sanciones.
Entre el 25% de infracciones restantes hay tres categorías mayoritarias: no obedecer las señales de entrada prohibida, incumplir una señal de circulación restringida e invadir zonas peatonales. En estos tres casos, sí se trata de infracciones leves, cuyo coste se sitúa en 70 euros, salvo que se detecte una reincidencia, que puede llegar a incrementar el importe en un 30%. El incremento respecto a las cantidades recogidas en la normativa de 2007, es mínimo, de apenas 10 euros por infracción.
Aunque esta revisión pertenece a una reforma legal del Estado -que sólo deja margen al Consistorio para fijar las infracciones leves entre 70 y 100 euros-, el incremento de las cuantías de las multas de tráfico coincide con un mayor esfuerzo del Ayuntamiento en la recaudación de las multas impuestas en la ciudad. Se han reducido sensiblemente las prescripciones, desde la creación de la Agencia Tributaria, y se usan todas las vías, incluidos los embargos, para cobrar las deudas pendientes.
Este esfuerzo recaudatorio ha dado ya sus resultados. En 2007, en el inicio del mandato, los presupuestos sólo recogieron 2,5 millones de euros de ingresos por el cobro de las sanciones. Sólo un año después, precisamente a raíz de la entrada en vigor de la normativa de graduación de sanciones que ahora se revisa se cuatriplicaron los ingresos previstos por este concepto hasta rebasar los nueve millones de euros. Pese a que la cuantía de las sanciones no ha aumentado en este tiempo y a los problemas legales que han existido por el desacuerdo de la Policía con el catalogo, en los últimos ejercicios se ha vuelto a duplicar el balance de ingresos por este concepto hasta llegar a los 17,7 millones de euros incluidos en las cuentas de 2010. En total, un aumento de un 587% a lo largo del presente mandato.
Todo este incremento responde a los sistemas de gestión implantados desde el Gobierno local, que el Ayuntamiento sigue reforzando ante la falta de recursos económicos de la Administración local. Cuando entre en vigor la revisión, el margen de ingresos será incluso superior.
