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La nueva Ronda se pone a prueba con un férreo control de la Policía

Normalidad y muy poco tráfico. Esa fue la tónica del estreno del sentido único de la Ronda, sólo rota por el despide de algún que otro conductor que tuvo que recurrir a la Policía Local para enderezar su rumbo. Habrá que acostumbrarse pronto, pues septiembre está a la vuelta de la esquina.

el 15 sep 2009 / 10:33 h.

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Normalidad y muy poco tráfico. Esa fue la tónica del estreno del sentido único de la Ronda, sólo rota por el despide de algún que otro conductor que tuvo que recurrir a la Policía Local para enderezar su rumbo. Habrá que acostumbrarse pronto, pues septiembre está a la vuelta de la esquina.

A las 7.00 de la mañana de ayer la Ronda Histórica cambiaba su fisonomía. Tras un buen lavado de cara, llegaba el momento de estrenar el sentido único desde la Glorieta Cayetana de Alba hasta la Carretera Carmona. Antes, de madrugada, se daban los últimos retoques: los 1.583 metros amanecieron con los nuevos separadores del contracarril para el transporte público, estrenando señalización y semáforos, y con las pintadas en la calzada que indican que el doble sentido de la Ronda ya es historia.

La tónica del día: poco tráfico. Agosto, domingo y la selección española jugándose la final olímpica. Tres factores que hicieron que hasta pasadas las 12.00 horas la Ronda no tuviera algo de tránsito. Nada más enfilar la Glorieta Cayetana de Alba hacia el Arco de la Macarena la sensación era de mucho espacio para tan poco coche. A pocos metros se encontraba la primera de las numerosas patrullas de la Policía Local (al menos ocho, más las que circulaban por la Ronda), que se encargaba de informar a los conductores que salían de la calle Feria, que ya no podían girar a la izquierda. Aquí lo que más inquietaba era saber si el rodeo hasta Torneo era demasiado largo.

Dos carriles centrales, más el contracarril, hasta llegar el Arco de la Macarena, donde los conductores se encontraban con una primera dificultad: a la derecha aparece el carril exclusivo para el transporte público, que hasta este tramo es compartido, lo que obliga a los vehículos a desplazarse hacia la izquierda. Otras dos patrullas de la Policía Local vigilaban en este tramo la salida del Arco de la Macarena y de la calle Don Fadrique que, para sorpresa de algunos conductores, sólo es de salida a la Ronda. "Sé que sólo puedo circular hacia la Carretera Carmona, pero no por dónde tengo que callejear", decía un conductor que intentaba entrar por dicha calle desde el Arco.

Algo más adelante, los conductores iban poco a poco redescubriendo la ruta que antes hacían con monotonía. Eso era lo que le pasaba a los que se acercaban hasta la gasolinera de la Ronda. "Me he venido hoy que hay poco tráfico porque, aunque sabía todo lo del cambio, dudaba con la entrada a la gasolinera", explicaba ayer Juan. Pese a las dudas, él sí supo entrar bien, pero otros, como le ocurrió a una conductora, se colaron en dirección contraria por el carril bus hasta el acceso. "Me he confundido", repetía la señora tras repostar.

La salida no es mucho menos complicada. Un semáforo la regula para que los vehículos puedan salir hacia la izquierda desde la gasolinera, pero pasaba desapercibido y, más de una moto, optó por continuar por el contracarril del bus.

el punto crítico. Pero el punto que ayer generaba más dudas entre los conductores fue el cruce con la Carretera de Carmona. Al igual que antes, se ha habilitado un giro a la izquierda, posterior a uno nuevo para entrar a la Avenida de Miraflores, que muchos vehículos se pasaban de largo, parando una vez superado el semáforo que lo regula. Por la izquierda de estos conductores aparecían los que provenían de la Carretera de Carmona que, pese a que sólo podían incorporarse a la Ronda sentido la Florida, hubo quien no vio la señal y giró a la derecha. El agente allí apostado, mapa en mano, repetía una y otra vez pacientemente las vías alternativas.

Los que provenían de la Florida se encontraban con unos pivotes que le obligaba a girar a la derecha y unos metros antes se veían obligados a abandonar el carril el izquierdo, que se convierte en este punto en exclusivo para el transporte público. Esto hace que los autobuses y taxis, una vez pasada la Carretera Carmona, tengan que virar hacia la derecha para poder tomar el contracarril.

Pero las dudas no sólo venían de los conductores. Muchos sevillanos aprovecharon la mañana para pasear y resolver sus dudas con los agentes. "La ruta alternativa y el espacio reservado para las motos es lo que más preguntan", decía un agente mientras controlaba el tráfico. Hubo incluso quien aprovechó para quejarse a la Policía de que aún no tenía pase de residente.

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