Desgastada por la suciedad y el abandono y con hasta tres boquetes, dos de ellos en el pecho, que afeaban su estampa. La vidriera de la Virgen de La O, una pieza anónima que desde los años 40 preside el altar de cerámica trianera de una de las estancias del cementerio de San Fernando en concreto, la sala de duelos, estaba que se caía a pedazos. Una imagen desangelada que no ha pasado por alto a los ojos de los devotos. Desde el año 2005, han sido dos los intentos por restaurarla por parte de la misma hermandad de la calle Castilla. Pero bien por coincidir con los actos de coronación canónica de la Virgen, que se produjo en 2007, o por la falta de fondos para este fin por parte de instituciones como el Consistorio, no se pudo llevar a cabo pese al creciente interés.
Tal situación de parálisis concluyó este verano de la mano de la Tertulia Cofrade Cruz de Carey, que está muy vinculada a la hermandad de la O. Desempolvaron el proyecto de restauración de hace ocho años para presentarlo nuevamente al Ayuntamiento de Sevilla, aunque con la salvedad de que sería la propia tertulia cofrade la que sufragaría los gastos. ¿Cómo? Pues a través de rifas, las cuotas de la propia entidad y, en especial, una campaña de donaciones que se publicitó en Triana, a través de las redes sociales y mediante una campaña de cartelería que estos días era visible, por ejemplo, en la entrada de las oficinas del cementerio sevillano.
¡Esperamos vuestra colaboración!, mostraba el cartel. Y esa ayuda altruista llegó a lo largo de este verano. Una docena de donantes anónimos han contribuido para, al menos, pagar dos terceras partes del proyecto, cuyos costes ha preferido no hacer públicos la propia tertulia cofrade.
Además, han contado con los permisos del Área de Patrimonio del Consistorio hispalense, que ha autorizado los trabajos para que una empresa especializada como Crisarte de la que se conoce su dilatada experiencia no sólo en proyectos de restauración del cementerio, sino en templos de la capital hispalense como los de la Basílica de la Macarena o la parroquia de San Benito, acometiera una obra que ya está finalizada. Además de reparar los daños, se ha incluido al altar una nueva iluminación.
Así, se recupera una vidriera de la que poco se conoce de su autoría, pero sí de las razones que la llevaron a una imagen del populoso barrio de Triana a presidir un altar del cementerio de San Fernando. El secretario de la Tertulia Cruz de Carey, José Luis Campos, relata que la presencia de la Virgen de la O responde a que, allá por los años cuarenta, el director del cementerio y arquitecto municipal del Ayuntamiento, Francisco Pérez Bergali, era, precisamente, el por aquel entonces hermano mayor de la corporación. A la hora de escoger una imagen para la vidriera del altar, se decantó por la suya, la Virgen de la O, confiesa Campos, que señala que fue hace relativamente poco tiempo cuando se percataron de la existencia de esa pieza y de su mal estado. La vidriera data del año 1940, y está dentro de un retablo de cerámica trianera, realizado por Cerámica Montalbán, empresa familiar que también guarda una estrecha vinculación con La O. Además, se hospeda en una sala en la que antiguamente se encontraba la capilla del cementerio, pero que ahora hace las veces de sala de espera o de duelos.
