La pintura de Emilio Sánchez Perrier titulada Moros en la playa de Tánger, que sacó a pujas la empresa Arte, Información y Gestión a un precio de 54.000 euros, se quedó en mesa al no ser adquirida en la XIX subasta de primavera que esta casa, perteneciente al Grupo Empresarial Cajasol, celebrada cada año en Sevilla. Por su parte, la obra cuyo precio fue más elevado fue Fiesta flamenca en una terraza de Sevilla, de Manuel González Santos, que salía en 12.000 euros y fue adquirida por 16.000 euros.
Le sigue en cuantía Boleras del beso, de Manuel Rodríguez de Guzmán, sobre el que la Junta de Andalucía ejerció derecho de tanteo y pagó 15.000 euros, el mismo precio por el que salió.
La Administración andaluza también ejerció derecho de tanteo sobre las obras El estudiante, de Ismael González de la Serna por 10.000 euros, su precio de salida; Marina, de José Fernández Alvarado, comprado por 1.000 euros, y Mesa revuelta, una obra del siglo XVIII de la escuela granadina, por la que pagó 2.250 euros, cuando su precio de salida se elevaba sólo a 1.500 euros.
Arte, Información y Gestión celebró ayer su tradicional subasta de primavera, en la que se sacó a pujas unos 400 lotes de arte, valorados en 1.432.765 euros. En total se pusieron a la venta 180 lotes de joyas y relojas valorados en 594.000 euros -según precio de salida- y 241 lotes de pintura, en 833.245 euros.
