Un total de 30 palestinos, ocho de ellos niños, han muerto en los ataques militares israelíes de los últimos dos días, mientras el presidente palestino, Mahmud Abás, insinuó que no descarta recurrir en el futuro a la resistencia armada contra Israel.
Con 27 víctimas mortales, la franja de Gaza fue la más castigada por los constantes bombardeos aéreos israelíes, especialmente intensos en la noche y madrugada del jueves. Por su parte, las milicias palestinas lanzaron más de 100 cohetes artesanales y proyectiles de mortero contra el sur de Israel, según la oficina de información del Ejército israelí.
Uno de estos artefactos mató el miércoles a un israelí de 47 años en la universidad de Sapir, en la zona fronteriza. Los cohetes Al-Kassam, montados en talleres de Gaza, cayeron en un plazo de 36 horas en ciudades alejadas de la frontera y habitualmente libres de ataques.
Civiles fallecidos. Si bien la mayoría de las 30 víctimas mortales en Gaza y Cisjordania eran milicianos, entre los fallecidos hay ocho niños, incluido un bebé de cinco meses de edad. Cuatro de los menores murieron ayer por la tarde al recibir el impacto de un misil al acercarse a una lanzadera de cohetes Al-Kassam en las inmediaciones de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, según testigos y fuentes médicas palestinas. Otro de los civiles muertos ayer era un pastor que recibió el impacto de una bomba, también al aproximarse a una lanzadera de cohetes en la misma zona.
Un ataque posterior, en el que murieron dos palestinos, destrozó una comisaría situada a unos 200 metros de la casa del líder del Gobierno de Hamás en la franja, Ismail Haniye, quien ha interpretado las últimas acciones militares como una "señal de histeria" del Ejecutivo de Israel.
Tanto testigos como la oficina de información militar israelí subrayaron que el misil no iba dirigido a la vivienda del dirigente islamista en el campo de refugiados de Shati de la ciudad de Gaza. Haniye se encuentra en paradero desconocido desde que el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, decidiera hace tres semanas "elevar el listón jerárquico" de los blancos de asesinatos selectivos.
La escalada de violencia coincide con la publicación de unas declaraciones de Abás en las que insinúa que no descarta recurrir en el futuro a la resistencia armada contra Israel.
