Sevilla, junto a Málaga, está a la cabeza de las incineraciones no sólo del ámbito nacional sino muy por encima de la media europea. Este proceso conlleva la puesta en marcha de varios crematorios públicos y privados los últimos años, especialmente en el área metropolitana, y que haya varios más en proyecto.
El crematorio del cementerio de San Fernando, en la capital hispalense, alcanzó tal grado de saturación, e incluso de retraso, que obligó a comienzos de 2007 a establecer turno de incineraciones los fines de semana en sus tres hornos. Sin embargo, este fenómeno en la capital hispalense cayó en favor de los pueblos de la Gran Sevilla, a los que cada vez acuden más las aseguradoras, en nombre de las familias, para no hacer tan larga la triste espera.
Hoy día hay otros cuatro municipios del área metropolitana que cuentan con crematorios: La Algaba, Utrera, Dos Hermanas y Coria del Río. Mientras, el de Alcalá de Guadaíra está en construcción, al igual que el tanatorio, y otros municipios los tienen en proyecto en sus PGOU (Plan General de Ordenación Urbana): Almensilla, Camas, Guillena y Los Palacios y Villafranca.
El servicio de todos estos crematorios está universalizado, esto es, que pueden acudir a ellos cualquier aseguradora o particular. "Todo el que lo necesite, aunque sobre todo acuden de la corona del área metropolitana y del resto de la provincia", afirma Francisco González, concejal de Obras y Servicios Municipales del Ayuntamiento de Dos Hermanas. En este caso, apenas el 20% de los servicios se hacen a particulares ya que la mayoría de la población pertenece a una aseguradora. De ahí que se hayan dispersado tanto los servicios fuera de la capital hispalense. En los casos de Utrera y Coria del Río, no sólo les llegan clientes de Sevilla y provincia. En el caso de Utrera llegan también desde la provincia de Cádiz y hasta Coria del Río se desplazan desde la cercana provincia de Huelva.
En cuanto al modo de gestión, tanto el de Utrera como el de La Algaba -al igual que Sevilla- son gestionados por el propio consistorio o por una empresa municipal, mientras que el de Coria del Río es totalmente privado, a cargo de la Funeraria Virgen del Rocío, y el de Dos Hermanas tiene concedido el servicio, mediante concurso, a una Unión Temporal de Empresas (UTE).
Otro de los servicios que cada vez va adquiriendo más auge es el de los tanatorios, edificios en los que los familiares velan a sus fallecidos y que en la mayoría de los casos sustituyen a los propios hospitales y las viviendas.
Junto con los dos existentes en la capital hispalense, quizás el que tenga más ocupación sea el del Aljarafe, ubicado en Sanlúcar la Mayor y que da servicio a buena parte de la comarca. También hay tanatorios en Dos Hermanas, Coria del Río y Utrera. En todos los casos están gestionados por empresas.
En algunos municipios de la Gran Sevilla las propias funerarias de los pueblos están instalando en sus dependencias, a modo de tanatorio, para atender a las familias. Es el caso de los dos existentes en Los Palacios y Villafranca y el de Castilleja de la Cuesta.
Entre los proyectos a corto y medio plazo destaca el de la empresa Tanatorio de Aznalcázar, la misma que tiene este servicio en Castilleja de la Cuesta y que está construyendo uno en la población de la segunda corona para dar servicio a también los municipios de su entorno, como Pilas, Villamanrique de la Condesa, Bollullos de la Mitación, Benacazón, e incluso Hinojos (Huelva). Todos estos municipios están a menos de 10 minutos de las futuras instalaciones.
Igual que en el caso de los crematorios, aquí son los familiares del difunto los que deciden cuál de los tanatorios existentes en la provincia quieren utilizar, y generalmente siempre eligen el más próximo a donde reside la familia y al cementerio donde será enterrado su ser querido.