El colegio público Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, tal y como está concebida su oferta de plazas, no permite que las familias se beneficien del criterio de tener hermanos en el centro, que da prioridad a los estudiantes que aspiran a una plaza en el mismo centro.
La escuela cuenta con cinco aulas de Primaria y sólo una de Infantil. Susana López es una de las madres afectadas, porque tiene a un hijo escolarizado en Primaria, y 16 puntos en el baremo escolar, pero eso no le ha servido para que su otro hijo logre entrar en Infantil.
Con 16 puntos es raro en Sevilla capital que un niño no logre entrar en el colegio elegido. Como Susana, hay media docena de familias en las mismas condiciones. En total se han quedado sin plaza 20 niños, aunque no todos acumulen tantos puntos.
Junto al Álvarez Quintero, pared con pared, está el colegio Montesori, que sólo tiene tres aulas de Infantil y está adscrito a su vecino de al lado. Por tanto los niños que salen de allí van a estudiar Primaria al Montesori. En esta escuela se han quedado fuera 15 niños, así que las familias que no pudieron acceder al Álvarez Quintero tampoco han podido entrar en el centro anexo.
Las madres afectadas han acudido ya dos veces a la Delegación Provincial de Educación para plantearle el problema al jefe de Planificación, pero les ha servido de poco. El caso es que en Utrera aún sobran plazas vacantes en otros colegios, aunque las madres del Álvarez Quintero y las del Montesori no quieran llevar a sus hijos a esas escuelas.
A esos chicos que están en la lista de espera los han derivado a un colegio cercano, el Al Andalus, donde quedan cinco vacantes, y al Coca de la Piñera, que tiene 30 plazas libres, "pero nadie las quiere", según declara una de las madres afectadas.
Aunque la delegación accediera a subir la ratio de Utrera y permitiera entrar a un niño más por aula, no entrarían todos los que se han quedado en la calle. La ratio legal en Infantil y Primaria no permite que haya más de 25 alumnos por clase, aunque la misma ley acepta hasta tres niños más por aula, en casos excepcionales y muy justificados. Como el Álvarez Quintero sólo tiene un aula de Infantil sin plazas, lo máximo que podría admitir serían tres niños más. El Montesori, en cambio, asumiría hasta nueve, tres por clase. Pero la delegación no contempla esta posibilidad en tanto que el municipio tiene bastantes plazas vacantes en otros colegios.
La matriculación definitiva para el curso que viene debe formalizarse este mes. Hasta entonces, las familias con hijos de 3 a 6 años deben decidir si aceptan el colegio que les han dado o si no los escolarizan, dado que la Infantil no es obligatoria.
