La Olavide presume de haber cumplido escrupulosamente con la Ley que hace 10 años promulgó su creación. Concebida como una institución para transformar la sociedad, la docencia y la investigación, una década después su rector proclamó ayer que los propósitos son ahora "un deseo cumplido".
La Pablo de Olavide se llevó el jueves toda suerte de piropos. Moderna, competitiva, participativa, referente de excelencia... Manuel Chaves, presidente de la Junta, no escatimó en elogios hacia la universidad en el acto en el que recibió junto a la presidenta del Parlamento andaluz, María del Mar Moreno, la Medalla de Honor de la Olavide, con motivo del décimo aniversario de creación de la misma.
Moreno felicitó a la Olavide en su discurso por haber apostado "como pocas por las nuevas tecnologías, por la investigación y por los programas de movilidad internacional".
El presidente de la Junta, por su parte, alabó la "vocación internacional" de la universidad, así como el hecho de que sea la única de todo el mapa universitario andaluz que tiene los mejores índices de igualdad entre su profesorado.
El rector Juan Jiménez se congratuló de la trayectoria seguida y lanzó un mensaje claro: "Es muy poco el tiempo que tenemos para acreditar los nuevos títulos que deberán ofertarse en 2010 (...), difícilmente podremos abordar una gran revolución".
