Muchos se pueden estar jugando el examen final de una asignatura. Otros tantos, incluso la beca del año que viene. Pero ante los recortes del Gobierno , los estudiantes de la Pablo de Olavide decidieron ayer secundar un paro de diez días a empezar desde el próximo 22 de mayo, fecha en la que además está convocada una huelga general en todo el sistema educativo. En la Universidad de Sevilla, el Consejo de Alumnos (Cadus) comunicará la postura final hoy tras la celebración de un pleno a partir de las 11.30 y una vez conocidos los resultados de las asambleas celebradas en los 26 centros de la Hispalense.
Los estudiantes son los más afectados por el Real Decreto que sacó ayer adelante el PP en el Congreso sin el respaldo de ningún partido político. En virtud de esta reforma, los alumnos de nuevo ingreso tendrán que pagar más por su matrícula (hasta un máximo de 540 euros). El Gobierno propone a las comunidades autónomas un incremento de la primera matrícula que oscilaría entre el 15 y el 25%. La Junta de Andalucía, según fuentes universitarias consultadas, ya habría mostrado su intención de no subir las matrículas, manteniendo la que ha sido su política hasta ahora: una actualización de las tasas según el IPC. Para los repetidores, el castigo sería más severo aún: la segunda matrícula subirá entre un 30 y un 40%; la tercera entre un 65 y un 75%; y hasta del 100% en el caso de la cuarta.
Esto, unido a una política de becas más restrictiva, ha encrespado los ánimos de los estudiantes. En la Olavide, Raúl Moreno, miembro del Consejo de Estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide (Ceupo), anunció ayer que el paro de diez días fue anunciado al Rectorado tras cosechar el apoyo del 95% de los votos del Consejo. Moreno insistió en que esta medida de protesta no pone en peligro calificaciones finales. "Las evaluaciones se prorratean", señaló. En el caso de la Olavide, el paro coincide con las elecciones a rector del próximo 24 de mayo . "Estamos fomentando el voto anticipado", apostilló. Además, el Consejo de Estudiantes está ultimando los detalles para celebrar un debate entre los tres candidatos (Vicente Guzmán, Luis Pérez-Prat y Santiago Lago) el lunes 21 de mayo.
En el caso de la Universidad de Sevilla, secundar o no el paro académico depende de una complicada aritmética. Hasta la tarde-noche de ayer se estuvieron celebrando asambleas en los centros. Al cierre de esta edición, una de las portavoces del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus), Nerea de Tena Álvarez , emplazó al día de hoy para conocer el resultado final.
El reglamento de los estudiantes fija que para convocar un paro académico con todas las de la ley hace falta, primero, que haya una propuesta del Cadus en ese sentido; segundo, que se celebren asambleas en todos los centros de la Universidad; tercero, que de todas esas asambleas se levante acta con el resultado; cuarto, que haya una previa deliberación con el rector y los vicerrectorados afectados por el paro; y quinto, pleno del Cadus donde dos tercios de los centros apoyen la medida de protesta. Esto significa que para que haya un paro académico en la Hispalense se necesitan 17 votos, ya que hay 26 centros, explicaron ayer fuentes académicas. Por los primeros datos que van llegando, el resultado final va a estar reñido. Las asambleas se han pronunciado en favor de paros que van desde los diez días a tan solo uno. Según lo recogido en el reglamento, el paro académico no se convocará si no se cumplen todas las condiciones. Esto significa que si hay centros, asambleas o delegaciones que, pese al resultado, deciden seguir con el paro lo tendrán que hacer bajo su responsabilidad. En ese caso, las clases, los exámenes, las tutorías, las prácticas... toda la actividad académica, en definitiva, seguiría.
