La Olavide quiere ser una universidad verde y para ello está decidida a tomar decisiones de calado. La Oficina de Protección Ambiental trasladará instalaciones deportivas ya hechas al este del campus para recuperar una "laguna natural" alrededor de la cual concentrar la biodiversidad de la zona, que no es poca: 500 especies autóctonas, la mayoría vegetales.
Modesto Luceño, el director de la Oficina que tomó posesión de su cargo el pasado 3 de noviembre, ya tiene claras algunas de las primeras medidas que tiene que tomar este nuevo órgano ejecutivo. En materia de conservación de la biodiversidad -una de las tres líneas de trabajo de la Oficina-, la propuesta es "trasladar las instalaciones deportivas que están al este del canal que pasa por la Olavide y concentrar allí toda la biodiversidad del campus", explica en una entrevista con este periódico. Se trata de una "zona inundable" donde con el agua de lluvia y del arroyo que pasa por la universidad se formará de manera natural una laguna. Alrededor de ella se concentrarán todas las especies autóctonas que crecen en el campus, unas 500, la mayoría de ellas vegetales. "Todas las isla británicas tienen unas 1.800 especies autóctonas", pone a modo de ejemplo Luceño para resaltar la importancia del patrimonio natural de la Olavide. Su opinión viene además avalada por la publicación en 2005 del libro Flora silvestre y ornamental del campus de la Universidad Pablo de Olavide.
La decisión de trasladar el equipamiento deportivo tendrá un "coste económico", pero mayor coste supondría la desaparición de las especies florales únicas en España que se conservan en la Olavide. "Blindaremos ese espacio del impacto humano", afirma el director de la Oficina de de Protección Ambiental, que apostilla: "Será una zona de recreo, una especie de jardín botánico al aire libre que servirá también para dar pautas de educación ambiental". El equipamiento deportivo ya está decidido que se ubique en las traseras del Laboratorio Andaluz de Biología (LAB). Su mudanza podría empezar el próximo verano, según los cálculos de Luceño.
Junto a la conservación de la biodiversidad, las otras dos líneas de actuaciones de la Oficina tienen que ver con el fomento de una política sostenible del agua y de los recursos energéticos. La universidad quiere más zonas verdes, y éstas necesitan ser regadas. Pero la Olavide no quiere que sea de cualquier manera. Por eso, la Oficina de Protección Ambiental propondrá contar con una red de almacenamiento de agua mediante la restauración y construcción de aljibes en puntos estratégicos.
Desde el punto de vista energético, la idea es instalar placas solares en los edificios del campus para que estos se autoabastezcan. En caso de que sobre energía, ésta se vendería.
Lo que quiere dejar claro Modesto Luceño es que la creación de la Oficina y las medidas que están encima de la mesa "no son una pose". "Podemos terminar de construir la universidad y regenerar lo que el uso ha ido destruyendo", afirma.