Tiene mérito que con la que está cayendo una universidad pública se atreva siquiera a plantear obras de mejora en su campus. La Pablo de Olavide -será por la osadía de la juventud- está acometiendo en estos momentos un proyecto de envergadura. La zona donde los inmigrantes acamparon a sus anchas hace ya varios años se convertirá en una zona deportiva de primer nivel que la Olavide no quiere que sea sólo de uso universitario, sino que se está planteando seriamente que esté abierta a todo el que quiera practicar deporte.
La parcela sobre la que se actúa en una primera fase cuenta con 48.000 metros cuadrados. En ella habrá dos pistas de fútbol de césped artificial con sus correspondientes vestuarios y un pabellón deportivo (uno de los tres en los que estuvieron los inmigrantes) equipado para practicar baloncesto, voleibol, bádminton y balonmano.
En esta primera fase, la Olavide ha aprovechado para adecentar la que es la entrada principal de su campus. "En desuso y abandono" desde hace décadas, la institución académica ha dado un buen lavado de cara a esta zona. La ha ajardinado (200 árboles más y 7.000 metros cuadrados de pradera recuperados), ha construido un paseo con bancos y un carril bici (uno de los medios de transportes en auge entre la comunidad universitaria de la Olavide). En total, estas primeras actuaciones han costado dos millones de euros que han salido de las consejerías de Turismo e Innovación y de los fondos propios de la universidad.
Pero lo más complejo es lo que queda por hacer. Hay otros 49.000 metros cuadrados en los que la Pablo de Olavide quiere levantar 14 pistas de pádel, entre seis y ocho de tenis, rehabilitar un segundo pabellón deportivo de los que están abandonados y construir una piscina cubierta.
Esta última es la gran actuación del proyecto y la universidad es consciente de que será difícil arrancar alguna ayuda. Costará cuatro millones de euros, calcula la arquitecta de la Olavide, Rosana Caro, y "no podemos hacerla por fases, lo que hace que o contamos con todo el dinero desde el principio o no hay nada que hacer", apostilla.
"Con la consecución completa de este proyecto, la Olavide podría trasladar los actuales campos de hierba natural al Este del campus, ubicados en una zona de inundación natural (esta inconveniente ubicación hace del mantenimiento de los campos una tarea económicamente costosa) y así iniciar la ordenación de las actividades deportivas", se reseña en la memoria explicativa de la intervención.
