El barrio de La Oliva esta cansado de los grafitis. Un simple paseo por los principales bloques de la barriada del Polígono Sur dejan bien claro que los llamados artistas callejeros de la pintura campan a sus anchas entre los bloques para desesperación de los vecinos, que ya no saben qué hacer para impedir tanto acto vandálico.
Jacinto Martínez preside la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva y asegura que el problema de los grafitis viene desde hace más de una década, "y no lo arregla el Ayuntamiento, ni el de ahora ni el de antes, es lo mismo", denuncia. Con mucho esfuerzo, son los mismos vecinos quienes armados con brochas y botes de pintura se encargan poco a poco de pintar de nuevo las paredes de los bloques, pero no hay manera. "Pintas un muro y a la mañana siguiente está de nuevo con un garabato. Por que son garabatos, una cosa podrían ser dibujos más artísticos que en un momento dado podrían hasta gustar pero no esto que no sirve para nada". Y del Ayuntamiento de Sevilla, a pesar de que las llamadas asegura que son constantes, no saben nada de nada. "Cuando Antonio Rodrigo Torrijos era delegado del distrito Sur nos decía que era arte callejero, así que imagina. De vez en cuando venían algunos de Lipasam pero poco más. Y el nuevo delegado del PP, José Luis Martínez, es muy difícil que te conceda una reunión". Según denuncia el presidente vecinal, desde el distrito le han pedido que envíe por escrito de forma detallada la ubicación de todos los grafitis. "Pues nada, haré la lista pero lo más fácil es poner: en todo el barrio", ironiza.
Para los vecinos, explica Jacinto, el problema de fondo y que es el origen de muchos males de la ciudad estriba en la inseguridad que hay en la calle, por ello desea el regreso cuanto antes de la policía de barrio, una de los proyectos que baraja el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido. Según Jacinto, casi a diario le roban a alguna señora el monedero o le dan un tirón de la cadena del cuello. "Mira, ves ese chaval que va por ahí con la moto, pues está buscando una víctima porque qué hace pasando por ahí en moto si esas calles son peatonales. Pero, claro, como la Policía ni aparece, pues todos los días hay un tirón".
Desde este barrio, la Asociación Amigos Jardines de la Oliva también trabaja de forma altruista por el medio ambiente. Jacinto dirige un vivero en el que cultiva más de 600 especies distintas de plantas "y todas se regalan para los parques de la ciudad y para los colegios, no hacemos negocio con ellas, es una afición". Pues bien, el vandalismo que sufre el barrio también ha afectado directamente al vivero de la asociación. Hace unos días, una noche alguien lanzó una escoba ardiendo y se quemó buena parte del vivero, un acto vandálico que aumenta la indignación de los vecinos, que demandan más presencia policial y más atención por parte del Ayuntamiento.
