"Estoy muy nervioso -aseguraba-. No dejan de llamarme y de venir a darme las felicidades, pero eso me hace muy feliz, porque sé que he ayudado a mucha gente que lo necesitaba". Y lo dice con conocimiento de causa, ya que es consciente de que la mayor parte del premio ha ido a parar al bar Dos con leche, en el popular barrio de Rabesa, una de las zonas más necesitadas del municipio
Alejandro, que sufre una discapacidad auditiva, es vendedor de la ONCE desde 1994 y visita todos los días distintas zonas de la ciudad, siempre partiendo de su kiosco, ubicado en La Cruz del Inglés, hasta la zona de Rabesa y Beca. Allí vendió el pasado martes un total de 30 cupones premiados, repartiendo más de un millón de euros. Además, es el segundo premio que reparte. Hace unos días vendió cuatro números y curiosamente el también llevaba el cupón. "Cuando me sobran dos o tres no los devuelvo me los quedo", explica con una sonrisa en la cara.
Y es que el número 87.102 le cambió la vida ayer jueves a muchos vecinos de Alcalá de Guadaíra. "Me decían que no repartía ningún premio", explicaba ayer el vendedor. A la pregunta de a qué destinará el dinero, responde sin dudar: "tengo una hija de 12 años y hay que pensar en ella". De hecho, ya le ha dicho que le pondrá un cuarto nuevo.
Alejandro asegura que los propietarios de los boletos no tardaron en cerciorarse de que habían sido agraciados con el premio de la ONCE e, inmediatamente, llamaron a su vendedor para asegurarse. "Llevo toda la mañana hablando por teléfono, y estoy deseando de cerrar".
Este afortunado vendedor de cupones tenía ayer una cita importante en el bar donde repartió el premio, donde pasó la tarde celebrándolo con otros premiados. La ONCE cuenta en Alcalá de Guadaíra con 200 afiliados de los 3.700 que hay en la provincia. El cupón del pasado miércoles estaba dedicado al municipio de Miguel Esteban (Toledo), dentro de la serie dedicada a municipios de más de 10.000 habitantes.