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La ONU culpa a la Junta Militar de no alertar del peligro a la población

El régimen militar de Birmania, que gobierna desde hace más de 40 años, pudo minimizar las fatales consecuencias por el paso del ciclón Nargis. Naciones Unidas justificó el elevado número de muertos a la ausencia de un sistema de alerta precoz para evacuar a la población.

el 15 sep 2009 / 04:22 h.

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El régimen militar de Birmania, que gobierna desde hace más de 40 años, pudo minimizar las fatales consecuencias por el paso del ciclón Nargis. Naciones Unidas justificó el elevado número de muertos a la ausencia de un sistema de alerta precoz para evacuar a la población.

"Un sistema de alerta precoz es importante y efectivo, pues un ciclón se puede predecir con 48 horas de antelación, por lo que pensamos que las autoridades birmana no habían establecido ningún sistema de este tipo que hubiera salvado miles de vidas", comentó ayer Brigitte Leoni, portavoz de la oficina de la ONU para la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres (ISDR).

Leoni precisó que, aunque todavía no disponía de información clara en este punto, las autoridades del país asiático sí tenían en su poder los datos proporcionados por los satélites meteorológicos que advertían de la llegada inminente del tifón. "Eso significa que, al no tener un sistema de comunicación y de alerta rápida, la población no fue avisada de lo que iba a ocurrir y por ello no evacuaron", subrayó.

"La Organización Meteorológica Mundial da los datos a los gobiernos, pero son estos quienes deben montar todo el sistema de aviso a la población", insistió. En este punto, comparó este desastre con el de Bangladesh, un país azotado por los ciclones donde se salvaron cientos de miles de vidas en noviembre pasado gracias a la existencia de un efectivo sistema de alerta y evacuación. En aquella ocasión, el ciclón Sidr, el mayor vivido en la zona en tres décadas, causó 2.996 muertos, 1.724 desaparecidos y 6.611 heridos.

Tanto la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), como Unicef, Cruz Roja y otras organizaciones anunciaron que se hará un llamamiento urgente a los donantes para financiar las operaciones de ayuda. La portavoz de OCHA, Elizabeth Byrs, constató que una de las dificultades que existen para hacer llegar la ayuda es que la fuerza del tifón destruyó u obstaculizó totalmente numerosas carreteras. "Tan solo el PNUD (Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo) tiene un sistema de transporte en el país, con un vehículo diario, entre la capital Rangún y la región del Delta, que ha sido la más afectada", precisó Byrs.

Caos en tierra. La población en las regiones afectadas vive desde hace tres días sin suministro de agua y de electricidad y los precios de los artículos básicos se han disparado debido a la escasez y la especulación. El precio del agua se ha quintuplicado en Yangon, la región más poblada, mientras que el arroz ha subido un 60% desde que el viernes el ciclón Nargis azotara Birmania, según informó la delegación de Acción contra el Hambre en aquel país.

El colectivo añadió que la tormenta salinizó los puntos de agua existentes, lo que propició la falta de agua potable y el riesgo de epidemias de enfermedades ligadas al agua como la diarrea. Además, el ciclón llegó en ciernes de la cosecha, por lo que la producción se ha perdido por completo.

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