El secretario general de la ONU, Ban ki Moon, solicitó en Roma un consenso internacional para la producción de los polémicos biocombustibles, a los que se atribuye una parte de la responsabilidad en la actual crisis alimentaria mundial.
Moon expresó su petición en una rueda de prensa con motivo de la cumbre sobre seguridad alimentaria convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y su llamamiento responde a que estos combustibles son fabricados a partir de cereales, como el maíz o la caña de azúcar.
Así, diversos estudios indican que los biocarburantes han influido entre un 2 y un 15% en el encarecimiento de los alimentos, cuyo precio ha subido un 55% desde junio del año pasado.
No obstante, la crítica va desde el aspecto económico al moral. Prueba de ello, la condena dictada por el relator de los derechos humanos, Jean Ziegler, que lo considera "un crimen contra gran parte de la Humanidad".
También alcanza el orden ecológico, ya que muchas organizaciones niegan sus virtudes a la hora de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero o provocar nuevos problemas como el excesivo uso de agua para la agricultura.
Por todo ello, Moon dijo que es "clave" encontrar un "consenso" en las políticas de producción de biocombustibles y explicó que es necesaria una "mayor investigación" para conocer su verdadero "impacto" en el precio de los alimentos.
soluciones. Pero mientras, en la cumbre FAO ya se apuntaron algunas soluciones. Las primera viene de la mano del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que destinará 1.200 millones de dólares a los programas de asistencia para ayudar a decenas de millones de personas en más de 70 países, según anunció su directora ejecutiva, Josette Sheeran.
El ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, propuso crear un banco internacional de "reservas" de materias primas, donde recurrir en caso de necesidad o urgencia. En detalle, sería como una especie de "banco del grano", que se ocuparía también de estabilizar los precios de los productos agrícolas y bajar las "contraproducentes acciones unilaterales".
El mensaje del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, fue que hay que "actuar ya", para tener "resultados en tiempo real".
