La ONU admitió ayer, casi dos meses después, que durante los comicios presidenciales afganos del 20 de agosto, cuyos resultados provisionales dieron la victoria al actual jefe de Estado, Hamid Karzai, se produjo un "fraude generalizado".
"El alcance de este fraude está siendo ahora analizado (...). No hay forma de saber en este momento qué nivel de fraude hubo. Sólo puedo decir que fue un fraude generalizado", declaró en una rueda de prensa en Kabul el enviado especial de la ONU en Afganistán, Kai Eide, quien aseguró que "cualquier dato concreto" que pudiera aportar sobre el impacto de este fraude en el resultado electoral sería "pura especulación".
Eide recordó que él mismo nombró a tres miembros de la ONU para que se integraran en la Comisión de Quejas, órgano que se encarga de supervisar este nuevo escrutinio, que afecta a más de un 10% de los colegios electorales y que debe ser efectuado por la Comisión Electoral. El diplomático noruego dijo que sería "irresponsable" por su parte concretar la magnitud del fraude electoral en las actuales circunstancias.
Eide reconoció que el proceso electoral ha sido "difícil, con muchos problemas" y observó que las irregularidades no sólo se han producido en el sur y el este de Afganistán, donde Karzai tiene algunos de sus principales bancos de voto, sino en todo el territorio. Pero el jefe de Naciones Unidas en Afganistán dijo estar "comprometido" con el proceso electoral y subrayó la importancia de "instalar la democracia en Afganistán".
Eide dedicó buena parte de la rueda de prensa a defenderse de las acusaciones del ex número dos de la misión Peter Galbraith, obligado a abandonar el país tras un enfrentamiento con el diplomático noruego.
"Las alegaciones [de Galbraith] no sólo han sido personales, contra mí y mi integridad, sino que han tenido impacto en el proceso electoral", denunció. Galbraith había tachado a Eide de "terrible director" y lo había acusado de favorecer a Karzai.
Eide recordó ayer que emitió un comunicado antes de que la Comisión Electoral anunciara los resultados preliminares -que dieron la mayoría absoluta a Karzai- pidiendo que el órgano electoral no los divulgara hasta que se revisaran las papeletas sospechosas de fraude. "Lo que he hecho es llevar a cabo mi mandato con todo el apoyo de la comunidad internacional", insistió Eide, que también rechazó otras acusaciones sobre la instalación de "colegios electorales fantasma" antes de los comicios.
Eide se reunió ayer con el principal rival de Karzai en los comicios, el ex ministro de Exteriores Abdulá Abdulá, quien durante las últimas semanas ha denunciado un fraude masivo a favor de Karzai. Según un comunicado de su equipo de campaña, Abdulá reiteró que es "imperativo" para el pueblo afgano un proceso electoral "creíble y transparente".
Eide y el subsecretario general de Naciones Unidas para Operaciones de Paz, Alain Le Roy, también presente en la reunión, le garantizaron que todo está preparado en caso de que Afganistán deba acudir a una segunda vuelta electoral, según la nota.
Insurgentes. El cabecilla insurgente Gulam Yahya Siah-o-Shani falleció en una operación de las tropas internacionales y afganas registrada en la madrugada del pasado día 9 en la provincia occidental de Herat, donde tenía su principal área de influencia, informó ayer a Efe una fuente policial.
El líder insurgente, también conocido como Akbari, pudo ser el responsable de organizar el atentado que acabó con la vida del cabo español Cristo Ancor Cabello el pasado miércoles.
En un comunicado, la ISAF aseguró hace dos días que este líder insurgente, sin nombrarlo, era "responsable" de colocar bombas al paso de vehículos de las fuerzas afganas y de la OTAN.
