José María Cruz, a la salida del domicilio de José María del Nido. / Marcamedia
José Castro abrió la puerta de nuevo pero José María Cruz la ha cerrado definitivamente. El exdirector general del Sevilla Fútbol Club no volverá a ocupar un cargo de alta responsabilidad en la planta noble del Sánchez-Pizjuán. A pesar de que el presidente asegurara minutos después de ser ratificado por el consejo de administración que había insistido personalmente a Cruz para que recapacitara y aceptara la propuesta y por lo tanto, le abría de nuevo las puertas de par en par, el exdirector general ha descartado definitivamente su regreso.
Las razones que han motivado su decisión de no volver sólo las conoce él y su entorno más cercano ya que forman parte de su esfera privada. Cruz salió del Sevilla en octubre de 2012 y al poco tiempo comenzó a trabajar en la consultora KPMG, donde tiene vinculación con el mundo del deporte. También ha influido en su decisión, y de forma considerable, que Castro no se haya vuelto a poner en contacto con él desde el día que tomó posesión a pesar de que en la rueda de prensa asegurara que era uno de sus grandes deseos. Por lo tanto, Cruz entiende que aunque el presidente mostrara en público sus ganas de volver a trabajar con él «espero y deseo que entre», fueron sus palabras esta idea se ha ido diluyendo hasta el día de hoy hasta el punto de que dicha llamada sería ya completamente infructuosa. José María Cruz tiene la decisión tomada y ha optado por seguir en su actual empleo. Aunque nunca llegaron a concretar qué cargo ocuparía Cruz si aceptara, todo apuntaba a que volvería a ser director general y uno de los hombres fuertes del consejo ejecutivo de la entidad sevillista.
El nombre del exdirectivo volvió de nuevo a la actualidad cuando el Tribunal Supremo condenó al entonces presidente, José María del Nido, a siete años de cárcel por el caso Minutas. El propio Del Nido fue quien ofreció a Cruz la posibilidad de su retorno y éste incluso acudió a su domicilio particular el día que confirmó la sentencia condenatoria al abogado y ya expresidente. La escena daba a entender aunque ya ha quedado demostrado que erróneamente que formaba parte del gabinete de crisis que intentaría minimizar al máximo los posibles efectos negativos que pudiera tener la salida de un presidente tan carismático como Del Nido. Tras su salida del Sevilla, por no estar de acuerdo con algunas de las políticas que se estaban llevando a cabo en la entidad, Cruz también criticó públicamente que el dinero invertido en algunos fichajes de jugadores había sido excesivo. Los años de bonanza económica que se lograron gracias a una buena gestión y los títulos deportivos conseguidos permitieron unos dispendios que a la postre se ha podido comprobar que fueron excesivos y muy poco rentables después de constatar el nivel que ofrecieron algunos jugadores.
Forma al consejo. Tras esta decisión, José Castro deberá terminar de dar contenido a su consejo de administración dado que desde la toma de posesión no se han anunciado los cometidos y tareas de cada uno de los consejeros. De momento sí tiene formado el nuevo consejo ejecutivo de la entidad, integrado por, además del presidente, el vicepresidente José María del Nido Carrasco; el director deportivo, Ramón Rodríguez Monchi y el consejero José María Manzano. Ya no está en este órgano el actual director general de Organización y Gestión, Manuel Vizcaíno, que ha optado por abandonar el club tras la salida de Del Nido aunque continuará en su actual cargo hasta que termine la actual temporada.
Las grandes novedades del nuevo consejo de administración que preside José Castro fueron la incorporación del empresario cordobés Jesús León y del médico y exdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés. El primero de ellos, desconocido para el sevillismo hasta ahora, ocupa un sillón en este órgano después de comprar 9.000 acciones del Sevilla FC a José María del Nido a cambio de 800.000 euros, ya que el expresidente necesite liquidez para poder devolver los 2,4 millones de euros que cobró indebidamente según el Supremo. Valdés, por su parte, conoce a fondo los temas de seguridad y ha trabajado codo a codo con Castro en numerosas ocasiones para prevenir incidentes y organizar los dispositivos policiales de los partidos.
