Hay una coincidencia en los argumentos y en las formas que el PP e IU han utilizado para denostar los primeros 100 días de Gobierno de José Antonio Griñán. Ambos aseguran que el nuevo presidente de la Junta está haciendo prácticamente lo mismo que hacía el anterior. Por el cariz de sus críticas a la "política del continuismo", parece que esperaban que el sucesor, al haber sido consejero de Economía en el último lustro, tuviera guardado un plan de choque distinto para afrontar la crisis. Están convencidos de que continuar por la misma senda que abrió Chaves no les llevará a ninguna parte.
Por separado, PP e IU ondean una bandera común contra la Junta. Repiten que el plan de vivienda es un fracaso, que el sector turístico está en retroceso, que la Andalucía sostenible es poco menos que una invención, que la falta de financiación local ahogará a los ayuntamientos, que el modelo de la financiación autonómica ha marginado a los andaluces y que el énfasis en la política educativa es puro márketing. En el vértice de las críticas, ambos sitúan el desempleo.
El coordinador general de IU-CA, Diego Valderas, intentó ayer resumir sus críticas a Griñán con una simple fórmula matemática: si en los 100 días que ha estado gobernando, 54.600 andaluces han engrosado las listas del paro según la Encuesta de Población Activa, esa cifra es responsabilidad exclusiva del nuevo Ejecutivo andaluz y de su presidente. "El balance es suspenso para Griñán y para su Gobierno. Puede acabar convirtiéndose en el presidente del millón de parados", dijo.
También el PP insistió en que los 100 primeros días habían servido para sumar parados en lugar de restarlos. El presidente del PP-A, Javier Arenas, ha reiterado que Griñán es "más de lo mismo". El portavoz de Presupuestos, Salvador Fuentes, auguró ayer que en esta legislatura habrá "más deuda, más déficit, más paro y más impuestos", y el responsable de Infraestructuras, Jaime Raynaud, le pidió al presidente de la Junta que "rectifique su política y enderece el rumbo" de la comunidad.
La oposición cree que el Gobierno va a la deriva y que todas las consejerías han hecho recortes que impedirán asumir sus compromisos por una "orden verbal que viene desde arriba". "No hay nada por escrito que lo demuestre, pero cuando llegue el momento revisaremos con luz y taquígrafo los presupuestos de 2009 para ver si se han cumplido los compromisos", dijo ayer el coordinador de IU.
Valderas defendió "la ilusión de la política, frente al exceso tecnocrático" de la Junta y llegó incluso a sugerir la idea de convocar una "huelga general" el próximo otoño, "no sólo contra la clase empresarial, sino contra el Gobierno que no ha sido capaz de meterla en vereda". Considera que "el diálogo social se ha estancado" por culpa de la irracionalidad de los empresarios, pero también por la inoperancia de los gobernantes.