El uso gratuito del Alcázar como contrapartida a los patrocinadores de la final de la Copa Davis fue puesto ayer en tela de juicio por la oposición municipal, que cuestionó las facilidades dadas por el Ayuntamiento a la hora de permitir que empresas privadas puedan realizar un acto social en un recinto protegido y cuyo reglamento restringe su uso a eventos de interés general. Tanto PSOE como IU lamentaron que el Patronato no fuera informado de esa contrapartida incluída en el convenio suscrito por la Asociación de Promoción Exterior de Sevilla (Appes) con las 22 empresas patrocinadoras, a la vez que cuestionaron la pérdida de fondos para el propio Alcázar, cuyas únicas fuentes de ingresos para su mantenimiento están precisamente en esta fórmula -el alquiler de sus instalaciones- y sobre todo de la recaudación en taquilla de las visitas que acuden al recinto.
El PSOE, a través de la concejal Mercedes de Pablos, calculó que de formularse la petición por todas las entidades, el Alcázar dejería de ingresar una cantidad superior a los 60.000 euros como "recompensa por haber patrocinado la Davis". Pero, más allá de esa cantidad, la dirigente socialista trasladó su preocupación por que se puede dar libertad a las empresas para la celebración de actos en un recinto que siempre ha estado sujeto a un código restrictivo y que, hasta la fecha, "sólo ha albergado eventos que estén sujetos a una causa de interés público". De Pablos incidió en que tal restricción no fue precisada en el citado convenio, por lo que espera "que no se tenga que ver una exposición de coches o una feria de muestras" en el Alcázar y que todo lo que celebren "esté bien medido" y "no haya una relajación en su protección".
El otro grupo de la oposición, IU, se planteó esa cuestión pero profundizó más en. A "la constatación de que la Copa Davis no salió a coste cero para los sevillanos, como pregonó el alcalde". Así, el portavoz municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, cuestionó que si la aportación de Tussam en este evento, valorada en 63.500 euros, era una aportación directa, la opción de utilizar sin cargo adicional el Alcázar por los patrocinadores sea "un acuerdo en especies", que causa "una disminución de los recursos del Alcázar". Por ello, Torrijos ha pedido por escrito a empresas públicas y delegaciones conocer si han llevado acuerdos similares al de Tussam o el Alcázar, cuestión que, admite, no conocerá hasta que se den a conocer las cuentas del torneo.
Las empresas, mientras tanto, se mantienen al margen de la disputa. Según fuentes consultadas, su papel se limitó a firmar un convenio de patrocinio beneficioso para sus intereres y el debate está entre el Consistorio y el Patronato del Alcázar. En ese sentido, el Consistorio ya concretó el pasado lunes que ninguna empresa había formulado la petición para acoger un evento en el Alcázar y que, de producirse, sería notificado al presidente del Patronato, Javier Landa, o a la comisión ejecutiva, como mandan las ordenanzas, a no ser que fuera "un acto de envergadura".
Con esa explicación, el Ayuntamiento razonó su decisión de no consultar previamente al consejo del Patronato del Alcázar, que fue criticada por la oposición, que forma parte de este organismo. Entre ellos figura el presidente del colegio de Arquitectos Técnicos de Sevilla, José Antonio Solís, que considera que los patronos "verían con buenos ojos" la celebración de actos sociales siempre que "estén a la altura" y que preserven en todo caso el patrimonio, lo que no pone en duda ya que "son empresas de cierto nivel que saben cómo cuidar esos eventos". Además, consideró lícita la actuación del Consistorio. "Cuando un Ayuntamiento no tiene medios ni recursos, es normal que busque patrones que beneficie a la llegada de eventos a la ciudad como la Davis y que les ofrezca un pago en especias", apuntó el presidente del Colegio de Aparejadores de Sevilla.
