El opositor Movimiento Democrático Naranja acusó ayer al Gobierno de Kenia de armar a grupos de milicianos para cometer asesinatos, en una supuesta trama que incluye el envenenamiento de productos alimentarios.
Las denuncias fueron hechas en una rueda de prensa en la sede del principal grupo de la oposición por el ex parlamentario Joseph Misio, con la ausencia de miembros de la cúpula del partido y sin que presentara pruebas de sus acusaciones.
Asimismo, en un comunicado, la oposición asegura que el "ejecutivo ilegal de (el presidente keniano) Mwai Kibaki ha armado y prestado uniformes de policía a miembros de la tribu mungiki para que cometan atropellos y cometan un genocidio planificado desde el palacio presidencial".
Acusa directamente a cuatro miembros del gobierno de ser los cerebros de una trama que empezó, según el texto, "con el robo de las elecciones generales del 27 de diciembre y continúa impidiendo que el pueblo de Kenia se manifieste libremente".
La supuesta trama, según el comunicado, estaría a cargo de un grupo formado por la ministra de Justicia, Marthua Karua; el ministro del Gobierno Regional e hijo del primer presidente de la historia del país, Jomo Kenyatta, Uhuru Kenyatta; el ministro de Finanzas, Amos Kimunya y, sobre todo, el consejero especial del presidente Kibaki, Stanley Murage.
Misio no quiso precisar las razones de la ausencia de Raila Odinga, líder del movimiento opositor y derrotado por Kibaki en los comicios presidenciales, ni de sus principales colaboradores, y pese a la insistencia de los periodistas, tampoco aportó pruebas que corroborasen sus acusaciones y se limitó a argumentar que "el ODM nunca miente".
El ODM denunció los resultados de los comicios que dieron el triunfo a Kibaki, afirmando que se habían cometido irregularidades.
La Unión Europea y EEUU también pusieron en duda los resultados, que desataron una ola de violencia que ha causado unos 600 muertos y más de 250.000 desplazados.