Dentro del programa de intercambio de orquestas emprendido la pasada temporada por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), el Teatro de la Maestranza recibe hoy y mañana a las 20.30 horas en el Teatro de la Maestranza a la Orquesta Sinfónica de Bilbao, que interpretará dos obras que no responden estrictamente al concepto tradicional de sinfonía, aunque estén catalogadas como tales.
Aunque la Sinfonía concertante fue una de las últimas composiciones estrenadas en vida de Sergei Prokofiev (1891-1953) su génesis se remonta a una época anterior, concretamente a aquella en la que el autor ruso se estaba adentrando en su segunda etapa, marcada por su retorno a Rusia. La obra tiene su origen en un Concierto para violoncello iniciado en 1933, en París.
Dado lo movido de los siguientes años, no pudo acabarlo hasta 1938. Tras su estreno en Moscú las críticas fueron demoledoras. Hacia el final de su vida, el compositor trabó amistad con un joven prodigio del violonchelo llamado Mstislav Rostropovich. Su talento le deslumbró de tal manera que recobró la ilusión por escribir para este instrumento y decidió remodelar por completo su fallido concierto.
La segunda pieza que podrá escucharse es la Sinfonía fantástica de Berlioz, estrenada en 1830. Su desbordante pasión por la actriz irlandesa Harriet Smithson le llevó a plasmar cuanto sentía en una obra programática en cinco movimientos de extraordinaria modernidad para su tiempo. La composición, que es la partitura más demandada de su autor, finaliza en una brutal orgía de sonido.
