La OTAN ha rechazado este viernes "pedir perdón" por las muertes de rebeldes en operaciones de ataque cerca de Brega porque desconocían que éstos ya tienen tanques a su disposición que consideró "podían amenazar a la población civil" y ha dejado claro que su "responsabilidad" no implica "mejorar" la comunicación con los opositores del Consejo de Transición Nacional Libio.
"Parece que dos de nuestros ataques ayer han podido haber provocado muertes de un número de fuerzas del Congreso Nacional libio que estaban operando tanques. El incidente tuvo lugar al noreste de Brega, donde los enfrentamientos van y vienen en la carretera hacia Ajdabiya", ha explicado el vicecomandante de la operación aliada en Libia, vicealmirante británico Russell Harding, por videconferencia desde Nápoles.
Según Harding, "la situación en la zona todavía es muy fluida, con distintos tanques moviéndose en distintas direcciones, lo que hace muy difícil distinguir quién los opera". "Además, hasta ahora, no habíamos visto al Consejo de Transición Libio operando tanques", ha puntualizado. Al menos cinco rebeldes habrían muerto en dicho ataque.
"No pediremos perdón", ha insistido el vicealmirante Harding. "No nos compete a nosotros mejorar la comunicación" con los rebeldes, ha insistido, incidiendo en la dificultad de distinguir a las fuerzas del régimen de los rebeldes a bordo de los tanques. "Estas unidades las hemos visto previamente en Misrata y estaban ayer en la carretera (entre Brega y Ajdabiya), ha subrayado.
Fuentes aliadas han rechazado la versión de los rebeldes de que la muerte de varios de ellos cerca de Brega fuera provocada por "fuego amigo" y han insistido en que las fuerzas aliadas bombardearon "varios tanques". "Son tanques que pueden provocar una amenaza o peligro para la población civil", han subrayado, dejando claro que si los rebeldes ponen en peligro a la población civil, también actuarán contra ellos.
Esta es la segunda ocasión en menos de una semana en la que los rebeldes se han quejado a la OTAN de haber sido bombardeados por error. Unas trece personas murieron el pasado sábado en otro ataque producido cerca de Brega.
Reconocimiento de retención
Las noticias sobre el fotógrafo español desaparecido Manuel Varela de Seijas, conocido como Manuel Brabo, y los otros tres periodistas a los que se tenía por desaparecidos en el este de Libia comienzan a fomentar la relajación de sus familiares. Fuentes cercanas al gobierno libio han informado a la CNN que se encuentran realmente en manos de oficiales de Muamar Gadafi, pero se hallan "a salvo", de camino a Trípoli y se espera que sean liberados "pronto", según informaron fuentes cercanas al régimen libio a la cadena estadounidense CNN.
Los otros tres periodistas son los estadounidenses James Foley y Clare Morgana Gillis, y el también fotógrafo sudafricano Anton el Harmmel.
Ayer, el padre del fotógrafo, Manuel Varela, había indicado a Europa Press que creía que su hijo estama en manos de las fuerzas de Gadafi. "La última vez que hablé con Manuel fue este lunes por la noche a través de Facebook", explicó, precisando que "en esos momentos se encontraba en Benghazi, donde tiene su cuartel general y desde donde se desplazaba para hacer su trabajo de fotógrafo".
La familia se enteró de la desaparición a las 13.00 horas del martes a través de un periodista destinado en El Cairo, precisó Varela, para indicar que "una responsable de la ONG Human Rights Watch nos ha confirmado que estaba retenido por las tropas de Gadafi".
El padre relató que "al parecer, Manuel iba el martes por la mañana con dos compañeros norteamericanos y uno sudafricano en un vehículo, cuando las tropas de Gadafi les hicieron apearse, después quemaron el vehículo y se los llevaron retenidos".