Los países de la OTAN solicitaron ayer al Comité Militar aliado que comience a preparar la planificación militar "necesaria" y "prudente" para poder hacer frente a "cualquier eventualidad" en Libia. No obstante, el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, dejó claro que una eventual intervención de la Alianza requerirá un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y que por el momento el organismo de seguridad euroatlántico "no tiene intención de intervenir en Libia".
Sin embargo, en rueda de prensa, Rasmussen aseguró: "No puedo imaginarme que la comunidad internacional y Naciones Unidas permanecieran al margen si el señor Gadafi y su régimen continúan atacando a su pueblo sistemáticamente".
"Hemos pedido a nuestros militares que lleven a cabo la planificación necesaria para que estén preparados en caso de cualquier eventualidad", recalcó, insistiendo en que se trata de una planificación "necesaria" y "prudente" para permitir a la OTAN actuar "rápidamente" en caso de recibir "una petición".
Aunque formalmente se solicitó el viernes pasado al Comité Militar de la OTAN, que reúne a los responsables militares aliados, comenzar los preparativos necesarios para atender una petición de intervención de la OTAN, Rasmussen dejó claro ayer que ello requerirá un mandato de la ONU, preguntado sobre si valdría un acuerdo unánime de los Veintiocho sin mandato de la ONU para intervenir.
También el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anticipó ayer la posibilidad de una intervención militar internacional sobre Libia, al tiempo que abogó por la imposición de sanciones "firmes" sobre el régimen de Gadafi. Y es que Obama considera "inaceptable" la violencia ejercida por el régimen libio contra el levantamiento popular.
Obama, que defendió la democracia y los Derechos Humanos, quiso enviar un mensaje "muy claro" a Gadafi y su entorno y les advirtió de que serán considerados "responsables" de los actos violentos registrados.
Entretanto, la OTAN vigilará con sus aviones de alerta temprana AWACS la situación en Libia durante 24 horas al día, según aseguró ayer el embajador de Estados Unidos ante la organización internacional, Ivo Daalder. "La decisión ha sido adoptada de hecho para reforzar la capacidad de vigilancia de los aviones AWACS de la OTAN, para que sea de 24 horas al día los siete días de la semana", dijo el representante diplomático norteamericano en una videoconferencia con periodistas.
De esta forma, la OTAN responde a la propuesta a la que se sumó la ministra de Defensa, Carme Chacón, la semana pasada de solicitar a los aliados que los aviones de control y vigilancia AWACS de la OTAN "acudan pronto frente al espacio aéreo libio" para así poder "conocer qué sucede en el país" y que buques de Operación Active Endeavour de la Alianza "se trasladen al espacio central del Mediterráneo", con el objetivo de "poder supervisar qué está sucediendo en sus costas".
Sólo Rusia se ha manifestado públicamente en contra de cualquier intervención militar extranjera en Libia, según eñaló ayer el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, citado por la agencia RIA Novosti. "No vemos una intervención extranjera, mucho menos militar, como un medio para resolver la crisis en Libia", afirmó el ministro, para quien "los libios deben resolver sus problemas ellos mismos".
Mientras tanto, las fuerzas leales al dirigente libio iniciaron una nueva ofensiva para intentar recuperar el control de Zawiya, una ciudad situada 50 kilómetros al oeste de Trípoli y tomada por los rebeldes, según informó un grupo opositor en el exilio, y siguieron bombardeando las inmediaciones del puerto petrolífero de Ras Lanuf, en el este del país, bajo control de los rebeldes.
Gadafi, por su parte, anunció ayer que un comité de investigación de la Unión Africana visitará su país para conocer la situación real.
