Frente a las numerosas manifestaciones de trabajadores de empresas azotadas por los expedientes de regulación de empleo (ERE), ayer tomaron el centro de Sevilla unos 500 empresarios de Pilas, autónomos y propietarios de pymes que se enfrentan cada día a la desidia de los bancos y al peligro de echar el cierre.
Tres autobuses y numerosos coches recorrieron una treintena de kilómetros para exigir ayudas reales por parte de los bancos y de las administraciones. El presidente de los empresarios de este pueblo del Aljarafe, Francisco Fernando Hernández, afirmó que se trataba de una "manifestación pacífica y apolítica" para expresar su "más profundo rechazo" y su "más honda preocupación por la situación" que padecen los distintos sectores del pueblo. En cuanto a las ayudas anunciadas por las administraciones, recalcó que son inasumibles, por lo que reclamó "subvenciones reales, accesibles y flexibles".
Unos 500 empresarios compusieron la marcha desde Puerta de Jerez a la plaza Nueva, lo que obligó al tranvía a detener su paso a la altura del Archivo de Indias. Santos Pastor, propietario de una autoescuela y miembro de la asociación de empresarios de Pilas comentó indignado que "el que manda en el dinero es el Banco de España", y añadió: "Venimos a reclamar a favor del empleo y en contra de las medidas que está tomando el Estado, que no sirven para nada". Por último, resaltó que "es la primera vez que los empresarios se ponen en huelga, y para que se sepa, que la gente de pueblo no es tonta".
En la cabecera de la manifestación, junto a la directiva de los empresarios, se situó el alcalde de Pilas, José Leocadio Ortega (PP), quien destacó que "merece la pena echarles un cable" y apoyar la movilización. "Son pequeños empresarios, con tres o cuatro trabajadores, y estoy totalmente de acuerdo en lo que reivindican", apuntó. Cuando acabó, el regidor pidió más sensibilidad por parte de la Junta de Andalucía, tras no ser recibidos por la consejera de Gobernación, Clara Aguilera, al hallarse ésta en el Consejo de Gobierno, como ocurre cada martes.
Sectores. En la cita de ayer estuvieron presentes representantes de todos los sectores de Pilas, un municipio con 13.000 habitantes y cerca de 1.000 empresas. Uno de ellos, con una empresa de muebles, se queja de que "el Gobierno dice muchas mentiras de ayudas a pymes y fondos ICO". En el mismo sector trabaja Antonio Luis, quien señala: "De las fábricas de sofás ya quedamos el 50% de las empresas, siete de 13". Desde Automóviles Daza, destacaron que el problema no está sólo en la falta de préstamos a las empresas: "Si no financian, no sólo a los empresarios sino a las personas que vienen a comprarnos, es una cadena sin solución". La propietaria del bar Casa Máquina, apostilla: "Pilas tiene más de 900 empresas y todos los sectores se están viniendo abajo".
Otro de los sectores más pujantes es el de la aceituna de mesa. Desde Aceitunas la Norieta, dedicada al aderezo y al envasado, pedían ayer: "Que nos dejen trabajar y que el Gobierno presione a los bancos para que nos ayuden". Hasta el farmacéutico, Antonio Torres, se quejaba: "Nosotros también tenemos problemas de financiación, al margen de venir a apoyar a los compañeros". La pelota está en el tejado de las administraciones.